Efeméride en el mundo del arte

25 años sin Warhol

El rey del pop art sigue fascinando dos décadas después de su muerte

OBRAS 3 Arriba, un autorretrato. A la izquierda, una de sus sopas Campbell, y a la derecha, su obra más cara 'Green Car Crash'. Sobre estas líneas, el Che.

OBRAS 3 Arriba, un autorretrato. A la izquierda, una de sus sopas Campbell, y a la derecha, su obra más cara 'Green Car Crash'. Sobre estas líneas, el Che.

NATÀLIA FARRÉ
BARCELONA

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Si en 1917 Marcel Duchamp elevó, con un urinario, el objeto a categoría de arte; Andy Warhol hizo lo propio en 1962 con la serigrafía, cuando creó la archiconocida serie de latas Campbell. A partir de aquí llegó el éxito, la fama, el dinero, los excesos y una carrera fulminante que a punto estuvo de acabarse en 1968, cuando la feminista Valerie Solanas le acribilló a balazos. Sobrevivió, aunque con graves secuelas de por vida. El 22 de febrero de 1987 no tuvo tanta suerte. Y una simple intervención de vesícula se lo llevó inesperadamente por delante. Tenía 58 años y era el artista más famoso y más rico del momento. Aunque también el más discutido. De su desaparición se cumplen ahora 25 años.

Dos décadas y media en las que la estela de uno de los mayores símbolos de la cultura popular urbana del siglo XX no ha parado de crecer para rubor de sus detractores, que le consideran un publicista -uno de los mejores en la década de los 50, eso sí- que supo aprovecharse del montaje comercial del arte y que hizo de sí mismo su mejor lanzamiento; y para satisfacción de sus admiradores, que le defienden como el gran revolucionario del arte.

Para algunos, como Estrella de Diego, catedrática de Arte Contemporáneo, es «el Velazquez del siglo XX». Mientras que otros, como Eric Shiner, director del museo que lleva el nombre del creador en Pittsburg (EEUU), «se ha convertido en un símbolo de estatus. Todo el mundo identifica unwarhol de forma inmediata, y a nadie se le escapa que a los coleccionistas les encanta tener este tipo de trofeos». Quizá por esto en estos 25 años la obra del rey del pop art ha aumentado de valor a la velocidad de la luz. Si en 1962, Warhol vendióMarylin Lemonpor 185 euros, en mayo del 2007 se pagaron 20,7 millones de euros por la pieza. Pero este no es ni de lejos el récord del artista. La obra más cara vendida en una subasta del autor alcanzó los 53,1 millones de euros, también en el año 2007, y lleva por títuloGreen Car Crash (1963).

Aunque es la más cara no es una de sus piezas más conocidas. Este privilegio lo ostentan -sopas Campbell

al margen- sus imágenes repetidas de las botellas de Coca-Cola, de las cajas de detergente Brillo y de personajes como Marilyn y Mao. Reproducciones de objetos de consumo que convirtió en iconos y elevó a la categoría de arte. Y lo que tiene más mérito: las produjo de forma seriada y mecánica. No en vano suyas son las frases: «En mi trabajo artístico, la pintura hecha a mano robaría demasiado tiempo [...]. Los medios mecánicos son actuales y utilizándolos puedo acercar mucha más gente al arte» y «Si todo el mundo no puede comprarse una pintura, existen los carteles».

THE FACTORY / Con esta filosofía por bandera nada más normal que llamar The Factory (la fábrica) a su taller. Un estudio que se convirtió en el epicentro transgresor del Nueva York de la época, un espacio frecuentado por transexuales, músicos,drag queens,poetas y celebridades como Truman Capote, Allen Ginsberg, Salvador Dalí, Bob Dylan, Mick Jagger y Brian Jones. Y donde el sexo y la droga no se escondían.

Un largo y excéntrico camino para el menor de los tres hijos de un matrimonio de emigrantes checos.