Antesala de nada

La gala de los Globos de Oro estuvo plagada de sorpresas, no todas buenas

Kate Winslet, con su premio a mejor actriz de reparto por 'Steve Jobs'.

Kate Winslet, con su premio a mejor actriz de reparto por 'Steve Jobs'. / periodico

NANDO SALVÀ

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Que las decisiones de los miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) nos dejen sumidos en el desconcierto es algo habitual pero, incluso considerando sus dudosos estándares, la gala de los Globos de Oro de la pasada madrugada estuvo plagada de sorpresas. Por cada galardón que dio la razón a las quinielas –los que se llevaron Matt Damon y Jon Hamm, por ejemplo--, hubo varios que hicieron a los tuiteros volverse locos con los emojis.

Las categorías televisivas fueron particularmente chocantes. ¿Quién esperaba que 'Mr. Robot' le arrebataría el premio a 'Juego de Tronos' o 'Empire', que 'Wolf Hall' derrotaría a 'Fargo' y 'Mozart in the Jungle' a 'Transparent', y que Gael García Bernal haría a Jeffrey Tambor volver a casa a vacío? Y, si pensamos en pantallas grandes, no estaba previsto que Kate Winslet fuera a tener más votos que Alicia Vikander –la escena en plan “¿Quién, yo?” que montó al oír su nombre ya era más de prever–, ni que Stallone pondría al público en pie al recoger su Globo –a Tarantino, en particular, las cámaras lo capturaron con gesto orgásmico–. Sly tiene seis semanas para prepararse el discurso de aceptación del Oscar que sin duda también ganará gracias a 'Creed'.

Pero sin duda la sorpresa más llamativa la protagonizaron los tres premios gordos –los más gordos- que obtuvo 'El renacido'. Porque a la nueva película de Alejandro González Iñárritu no se la consideraba una candidata tan fuerte como las perdedoras 'Spotlight' y 'La gran apuesta', y sobre todo porque su victoria es una afrenta al buen gusto: su pretenciosidad –y la, eso sí, extraordinaria fotografía de Emmanuel Lubezki– apenas logra esconder su esencial ridiculez. Y el trabajo que en ella ofrece DiCaprio, en la piel de una versión mugrienta del Correcaminos, es mero atletismo. Por lo que respecta a la otra ganadora, 'Marte', difícil decidir si resulta más ridículo que fuera premiada en la categoría de comedia o que fuera premiada, a secas.

Las preferencias de HFPA, en efecto, no se explican salvo, tal vez, considerando la elevada edad media de sus miembros: quizá el amor lésbico que retrata 'Carol' les resultó inmoral, o les molestó que, con tanto choque y tanta explosión, durante la proyección de 'Mad Max: furia en la carretera' no hubiera manera de echarse la siesta. Sea como sea, tanto desatino invitaría al más irremediable pesimismo cara a los Oscar de no ser porque a estas alturas, y a pesar del chascarrillo, estos premios ya no son antesala de nada.