Cita de genios en Girona

Albert Pla y Pascal Comelade crean un mundo onírico en 'Somiatruites'

Pascal Comelade (izquierda) y Albert Pla, ayer, en el ensayo de 'Somniatruites' en el teatro de Bescanó.

Pascal Comelade (izquierda) y Albert Pla, ayer, en el ensayo de 'Somniatruites' en el teatro de Bescanó.

JORDI Bianciotto

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Albert Pla y Pascal Comelade cruzan caminos: el Teatre Municipal de Girona acoge mañana y el domingo, dentro del festival Temporada Alta, el estreno de Somiatruites, espectáculo que recalará del 9 al 12 de diciembre en el Teatre Lliure. El repertorio incluye canciones nuevas de Pla y piezas de Comelade a las que el cantautor ha puesto texto, y lo desplegarán con la Petita Orquestra Somiatruites, con músicos y marionetas.

El teatro de Bescanó acoge estos días los ensayos de Somiatruites. Allí acudimos para mantener una conversación con Pla y Comelade que, como se preveía, adopta tintes de experiencia dialéctica insondable.

-¿Cómo se conocieron?

-(Pascal Comelade) Hace más de 10 años, Albert me llamó. Concertamos una cita en Figueres. Llegué al café Royal y me quedé allí todo el día esperándole. Al día siguiente me llamó: «Eh, Pascal, que estoy en el café Royal de Figueres, llevo todo el día esperándote». Nunca supimos quién se había equivocado. Tuvieron que pasar 10 años.

-(Albert Pla) Y conseguimos acertar.

-(P. C.) Participé en su disco La diferencia. Tenemos más o menos la misma manera de trabajar y de entender la música y la relación humana.

-¿Cuál es esa manera?

-(P. C.) (silencio) Nada de partituras, ni discusiones, ni 50.000 ensayos. No funciona. Rápido, rápido, rápido… Es una paradoja, porque este espectáculo es muy preciso.

-¿No hablaron sobre cómo debía ser el espectáculo?

-(P. C.) Ni una conversación.

-(A. P.) No, no…

-(P. C.) Quedamos en un bar de Poble Sec para tomar el vermut. Luego Albert me hizo escuchar un CD.

-Señor, Pla ¿había seguido la trayectoria de Pascal Comelade?

-(A. P.) Sí, en directo sobre todo, discos no tanto. Hombre, Comelade es Comelade… ¡Como los Beatles!

-¿Comelade es lo contrario a un artista pretencioso?

-(A. P.) No tengo ni idea, pero sé que si tocamos juntos, él adelanta, y afloja, y estira, y acorta… Es lo más sencillo del mundo, pero nunca pasa.

-Señor Comelade, Albert Pla ha puesto letra a músicas suyas.

-(P. C,) Eso es fantástico, es la manera más radical de recuperar mi material. Es como la realización de una conversación de bar. La realización es muy profesional, pero la conversación, no. La conversación es de bar: «haremos unas canciones, y esto y lo otro», y dos meses después estamos aquí, luego en el Lliure… Hay tres voces con las que siempre quise hacer cosas: Sisa, Pau (Riba) y Albert. ¡Y ahora ya está! Con Pau hice esa versión de Sex machine de tres horas…

-(A. P.) Tres horas, ja, ja, ja…

-Albert Pla, ¿sigue una senda marcada por Sisa y Riba?

-(P. C.) No, todo eso da igual. Lo más interesante es que cada uno cree su discurso. Formar parte de una cadena, una escuela, es otra cosa. Ellos son personas muy individualistas, y esa es la postura que me interesa.

-¿Es individualista, Albert Pla?

-(A. P.) ¿Yo? Sí, sí… O no (silencio). Yo hago lo que sé hacer y me divierte. Lo hago porque quiero que me guste, que cuando lo escuche me sugiera cosas. No puedo evitar implicarme.

-¿Pidió algún consejo u orientación a Comelade antes de poner texto a sus canciones?

-(A. P.) Las hice y se las enseñé.

-¿Y qué le dijo?

-(A. P.) Me dijo: «¿en qué tono están? ¿Mi, si, la?, ¡vale!».

-(P. C) Ningún problema, perfecto…

-¿Han convivido?

-(P. C.) Nada de nada. Hablamos de cosas tipo: «¿a qué hora cenamos?», y qué cenaremos, si hay un primer plato, si es un menú único… Si el restaurante está en el centro o al lado de una autopista. Ha habido un debate fuerte sobre el hotel de Girona.

-¿Qué explica Somiatruites?

-(A. P.) Va de lo que uno puede llegar a pensar antes de dormirse. Piensas en aquello, en lo otro. Lo cogí porque me servía. No sé qué saldrá de esto.

-«Historias delicadas y a la vez brutales», dice el programa del festival.

-(A. P.) Hace 20 años que se dice eso.

-¿Le parece fuera de lugar?

-(A. P.) (Silencio).

-¿Le da igual?

-(A. P.) Sí.

-En sus últimos espectáculos hay menos música y más palabra.

-(A. P.) En La diferencia estaba yo solo con la guitarra. Si me está diciendo que toco mal la guitarra, adelante… Aquí hay más músicos y tocan mejor; hay que reconocerlo.

-Las piezas eran muy narrativas.

-(A. P.) ¡Yo siempre canto, pero luego la gente dice que hablo! No sé (ríe). Aquí sí que disfruto escuchando a Pascal. Esto es lo básico.

-¿Creen que esto les llevará a volver a trabajar juntos?

-(A. P.) Ni idea. De momento es un placer.

-(P. C.) Exacto. Grabar un disco doble o triple... eso ya no lo sé. Lo que me interesa es la situación.