Santos, veterana hermandad

El grupo de rock barcelonés presenta 'El sueño del Mamut' en Let's Festival

MARTA CERVERA / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Santos, grupo de rock integrado por experimentados músicos y productores de Barcelona presenta en Let's Festival 'El sueño del Mamut', en la sala Salamadra de L'Hospitalet, este viernes. Antes de ellos tocarán Tremenda! y después Egon Soda. En sus nuevas canciones Santos se pasea por un jardín emocional y sonoro intenso. "Evitamos banalizar sentimientos pero tampoco esquivamos la oscuridad. Eso sí, siempre procuramos acabar con un toque luminoso las canciones", afirma Jordi Calatayud, cantante y compositor. Él y Álex Vivero (guitarra) ofrecieron un pequeño aperitivo de este elaborado trabajo interpretando una sorprendente versión de ‘El impulso’, la pieza que cierra el disco, para Música Directa de El Periódico de Catalunya.

"En el disco hay dos tipos de canciones. Unas con letras que no se pillan a la primera, que son las escritas por Andy (Andreu Cunill, escritor y guitarrista) y otras menos complejas, que son las mías", dice Calatayud. "Digamos que yo explico una historia sintética y clara. Él es más de evocar imágenes y hacer poesía". Lo mismo ocurre en la música. Hay piezas casi desnudas, que apenas requieren acompañamiento instrumental y otras con más filigranas.

Tanto ellos como el resto de su hermandad rockera que se completa con Florenci "Fluren" Ferrer (teclados), Santos Berrocal (batería y percusiones), ambos alma del sello Blind RecordsRoger Marín (bajo) y Álex Vivero tenían claro qué buscaban: un disco en el que se sintieran reflejados. 

"No queremos competir a nivel de volumen con nadie. Hoy en día se aprietan demasiado los discos y se pierden las dinámicas. La competición para ver quien hace el master más potente resulta estresante. No entramos en ese juego", dice Vivero. Su intención es ofrecer algo distinto, un disco intenso que se pudiera saborear como un buen whisky apreciando todos sus matices. "Ahora ya tenemos una personalidad como banda. Nos sentimos muy satisfechos, cómodos y realizados con este segundo trabajo".

EVOLUCIÓN

Su primer disco 'Homenaje', publicado en el 2013, sirvió de tanteo a nivel humano y musical. Se grabó solo en cinco días. "Con el primero ya se dibujaron unas líneas compositivas y una manera de trabajar en la que hemos profundizado en este segundo a través de esas canciones más complejas y más vestidas". Pero en esta ocasión han pasado más tiempo en el estudio: cinco semanas. Querían elaborar las canciones a conciencia, buscando el mejor sonido o detalle para cada tema. "Algunas son más atmosféricas, otras  más agresivas, también hay piezas sensibles", admiten.

El álbum detila cierta melancolía. "Ya no somos unos adolescentes. Ya hemos pegado muchos tiros y emociones vividas que acaban saliendo. Todos estamos sobre los 40, tenemos muchas experiencias acumuladas que se plasman en nuestras canciones", dice Calatayud. Hay sentimientos como el paso del tiempo, que no son fáciles de abordar, admite. "Algunos temas reflejan cierta frustración, aunque no agónica, de haber dejado pasar ciertas cosas", afirman. En 'El castigador', ejercen de víctimas y verdugos. "Es una autoflagelación", resumen. 

ALIANZA CON RICKY FALKNER

Lo más difícil, cuentan, ha sido ponerse de acuerdo  a la hora de expresar una emoción de determinada manera. "Ha habido tensión porque todos componemos y opinamos. El objetivo es coger lo mejor de cada uno", explican. Pero en esta ocasión, cuando la democracia interna no ha bastado para solucionar los conflictos creativos ha sido Ricky Falkner, co-productor del disco, quien ha tenido la última palabra.  "En este grupo donde la mayoría son productores y ayudan a otros a grabar canciones su figura ha sido fundamental a la hora de encauzar el trabajo y poder avanzar cuando las cosas se encallaban".

Ahora se mueren de ganas de moverse y de ir a festivales. Les encanta ese espíritu de hermandad -por cierto, así se llama otro tema del disco dedicado a la amistad- que se crea en ese tipo de encuentros. "En el indie español todos nos conocemos. Los festivales son un punto de encuentro importante donde todos hacemos piña".