Scolari: "Fueron seis minutos de colapso general"

Ha sufrido una derrota "histórica" y "vergonzosa", según sus propias palabras, pero Luiz Felipe Scolari no piensa tirar la toalla. Al menos hasta que termine el Mundial. Así lo ha asegurado el seleccionador de Brasil en la rueda de prensa que ha ofrecido apenas 24 horas después de caer con estrépito ante Alemania en semifinales (1-7).

De regreso a Teresópolis, el técnico ha subrayado que "en ninguna hipótesis" hablará sobre su continuidad al frente de la 'Canarinha' antes del partido por el tercer puesto, que se disputará el sábado. "Después del Mundial presentaremos un informe a la dirección [la Confederación Brasileña de Fútbol], donde se verá lo bueno y malo que hemos hecho, y dependerá de la dirección", ha añadido. "No pasa por mi cabeza ahora", ha insistido al ser preguntado por si va a continuar en el cargo o tiene pensado dimitir.

Scolari, que se ha presentado ante los medios acompañado de todo el cuerpo técnico, ha defendido su trabajo con estadísticas en la mano, mostrando el número de goles que ha encajado en el Mundial antes del partido de Alemania y el balance de victorias desde que tomó las riendas a finales del 2012. También se ha defendido de las críticas generalizadas al déficit de preparación de la anfitriona. 

"No tuvimos el mismo nivel que en la Copa Confederaciones, pero hemos jugado con un nivel razonable", ha asegurado. "El trabajo no fue del todo malo. Tuvimos una mala derrota. Fueron seis minutos de colapso general", ha dicho en alusión a los cuatro tantos marcados por los alemanes entre los minutos 23 y 29.

Defensa de los jugadores

En su opinión, el resultado "fue catastrófico por el número de goles", pero ha recalcado que esta era la primera vez que Brasil llegaba a una semifinal desde el 2002 y ha defendido a sus muchachos. "No esperábamos este resultado, lo normal era una victoria normal de Alemania o de Brasil --ha explicado--,  pero no se puede acabar con la vida de los jugadores por eso". De hecho, está tan convencido de la calidad de su equipo que incluso ha asegurado que si tuviera que volver a elaborar la convocatoria, "probablemente" llamaría al "95%" de los internacionales con los que ahora cuenta.

"Yo voy a seguir con mi vida, mis jugadores también van a seguir con las suyas. Continúan vencedores. Tenemos que seguir", ha proseguido. Aunque ahora solo les queda la lucha por el tercer puesto, "un sueño bien menor" que el objetivo inicialmente trazado por él mismo, que era lograr el título de campeón. Menor pero importante, sobre todo si se deja escapar. "A medida que no juguemos bien, no ganemos o tengamos otra decepción, va a empeorar todo, pero incluso una victoria podrá cambiar poco", ha argumentado.