LA FINAL DE MARACANÁ

Götze acaba con Messi

Un gol en la prórroga del delantero del Bayern acaba con la resistencia de una Argentina en la que el azulgrana no lució

Los jugadores de Alemania, con la Copa del Mundo, en Maracaná

Los jugadores de Alemania, con la Copa del Mundo, en Maracaná / periodico

EDU SOTOS / Río de Janeiro

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El sueño de Messi de emular a su ídolo Maradona no se cumplió. Maracaná no fue ayer el estadio Azteca del 86 y el balón enviado al cielo de Río de Janeiro en el último minuto así lo confirmaba. 'La Pulga' no pudo vencer él solo a una imparable Alemania que anoche se coronó con su cuarta estrella (1-0). Argentina se quedó con las dos que tenía (1978 y 1986) y tanto la albiceleste como su frustrado líder, Leo Messi, deberán esperar a otra ocasión para ampliar ese botín.

Argentina saltó al césped del Maracaná bajo el cartel de aspirante contra una Alemania al que todas las quinielas daban favorita. Desde el primer momento, los alemanes dominaron la posesión desplegando un fútbol bonito, con pases y buen posicionamiento en el campo. Por su parte, los argentinos repetían la fórmula usada contra Holanda, muy centrados en la defensa y la compactación, esperando aprovechar algún demarque de Messi, Higuaín o el velocísimo Lavezzi. La primera arrancada de La Pulga a los 10 minutos puso sobre alerta a los de Joachim Löw sobre la lentitud del central Höwedes. Desde ese momento, Schweinsteiger se convertiría en la sombra del 10 de la albiceleste.

Alemania tocaba a gusto esperando un error de Argentina y arropado por los gritos de «olé, olé» del público brasileño, que parecía haber olvidado la humillación de la semifinal. Incansables, los alemanes intentaban llegar a base de toque por la banda derecha en la que un hiperactivo Lahm buscaba la aparición del pichichi Thomas Müller y el veterano Miroslav Klose.

Higuaín perdona

Pero si los germanos pusieron el fútbol, los sudamericanos aportaron las oportunidades más claras de gol. El Pipita Higuaín la tuvo en sus botas tras un rechace defectuoso de Toni Kroos en el minuto 19 que le dejaba solo delante de Neuer. El camisa 9 desaprovechó inexplicablemente la ocasión con un remate mordido. Pero el delantero del Nápoles no se hundió y en el minuto 29 celebró un gol que el árbitro italiano, Nicola Rizzoli, anuló por claro fuera de juego.

El partido se calentaba por momentos y el apagón del alemán Kramer, que había quedado noqueado en el inicio tras un encontronazo con Garay, forzaba a Alemania a arriesgar colocando al delantero Schürrle en lugar del pivote. Los centroeuropeos apretaron al final de la primera mitad forzando con continuos centros de Lahm al área. El palo de Höwedes, que entró con todo al remate en el córner, hizo temblar la portería de Romero en el añadido.

En la segunda parte, la Argentina de Sabella salió con todo metiendo al Kun Agüero en lugar de Lavezzi y apostando por el ataque. Tanto Higuaín como Messi olieron el gol en los primeros minutos, especialmente el rosarino, cuyo disparo cruzado, firma de la casa, pasó rozando el palo de Neuer. El portero alemán veía el peligro acercarse y en el minuto 55 arrolló a Higuaín en una salida causando el rugido de los 25.000 argentinos presentes en Maracaná. Tanto Mascherano como Agüero recibieron sendas tarjetas amarillas intentando mantener a una Alemania que conquistaba espacios como un motor diésel: lento pero seguro.

El cansancio de Leo

Messi, visiblemente cansado y asediado por la defensa alemana, lanzaba fuera una de sus famosas diagonales en el minuto 73. Consciente de que el tiempo se escapaba, Sabella echó el resto colocando a Palacio por Higuaín y a Gago por Pérez, mientras Löw hacía lo propio sentando a su estrella más veterana, Klose, por Götze. Resignados, ambos entrenadores prepararon una prórroga que se iniciaría con un paradón de Romero a Schürrle, el alemán más activo. Una vaselina de Palacio pudo decidir para Argentina en el minuto 97, pero perdonó y un sublime control con el pecho, seguido de un remate imparable, de Götze le dio a Alemania su cuarta estrella. Agotada y sin tiempo para reaccionar, la Argentina de Messi doblaba la rodilla en Maracaná.