partido por el tercer y cuarto puesto

Brasil fracasa otra vez y se marcha humillada de su Mundial

Los brasileños Thiago Silva (izquierda) y Neymar, con cara de circunstancias, al término del encuentro.

Los brasileños Thiago Silva (izquierda) y Neymar, con cara de circunstancias, al término del encuentro. / desk

EDU SOTOS / Río de Janeiro

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Fundida y sin brillo, Brasil dijo ayer adiós a su Mundial con una nueva decepción ante Holanda en el partido de los derrotados (0-3). La pentacampeona salió al césped del Mané Garrincha con más pasión y ganas de lavar su imagen que con una propuesta de juego diferente a la que se vio contra Alemania. No se llevó siete goles, pero tardó aún menos que en la semifinal en dejar claro a la torcida que no se iba a despedir con una alegría balsámica.

La exagerada presión de los 'verdeamarelos', que dejaba al descubierto enormes espacios en defensa, se cobraría su precio a apenas dos minutos del inicio. Aprovechando el agujero dejado por Thiago Silva, un rapidísimo Robben recibió de Van Persie para rebasar al capitán brasileño, que no tuvo otra opción que realizar un penalti sobre el holandés para evitar un gol seguro. Van Persie transformó la pena máxima.

La 'canarinha', sin nadie que parase la bola y diese sentido a su juego, lo fió todo a los balones largos. Desde la izquierda, un activo Oscar servía para Jo y Ramires, novedades en el equipo de ayer de Scolari, que se veían incapaces de ejercer el papel de delanteros. Los errores en el medio campo de la 'seleçao' eran constantes y Holanda los aprovechaba para salir con una velocidad endiablada. En apenas tres pases, la naranja mecánica llegaba a la meta de los locales.

Mal despeje de David Luiz

Con ese panorama, el segundo gol europeo no tardó en venir. En el minuto 15, De Guzmán, que sustituyó ayer a Sneijder, lesionado durante el calentamiento, metió un centro al área que, tras ser despejado de cabeza por David Luiz, fue a caer a los pies de Blind. El lateral holandés , quien no perdonó frente a un Luiz Gustavo, que llegó tarde al corte, y marcó el 2-0.

 En la segunda mitad, y ya con el partido encarrilado, los de Van Gaal se relajaron y dejaron jugar a una insistente aunque inofensiva Brasil, que apenas creaba peligro a través de Oscar y Maicon. Desesperado, Felipao intentó insuflar vida a los suyos colocando a Fernandinho, Hernanes y poco despúes a Hulk. Más de lo mismo: mucho músculo y poca cabeza en la estrategia de Scolari.

Lágrimas de Neymar

Incluso Neymar, que asistía impotente al fracaso de los suyos desde el banquillo, intentó aportar algo dando instrucciones a Thiago Silva. Pero fue inútil, Brasil era incapaz de encontrar el hueco en el muro naranja, armado con tres centrales. El tercer tanto de Holanda, trasformado por Wijnaldum en el añadido, firmaba el fracaso de una Brasil humillada en su casa. "Esto nos va a amargar el resto de nuestras vidas", reconoció Ramires. Las lágrimas de Neymar en el banquillo acompañaron la salida del estadio de la torcida, que no quiso esperar al pitido final. Los silbidos lo confirmaban: la Brasil de Scolari ya es historia.