GRAN PREMIO DE ABU DABI DE F-1

Rosberg solo espera un error de Hamilton

Al piloto inglés le basta con ser segundo para ganar el título

Nico Rosberg se relaja jugando con un balón, ayer, en Abu Dabi.

Nico Rosberg se relaja jugando con un balón, ayer, en Abu Dabi.

MIGUEL
MARTÍNEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Casi todo el paddock de Abu Dabi cree que el título está en el bolsillo de Lewis Hamilton, que las matemáticas (le basta ser segundo si Nico Rosberg gana) están de su lado, que le tiene comida la moral a su compañero, que con 10 victorias este año sería una infamia que no se llevara la corona. Casi todo el paddock. Algunos, unos pocos de los ingenieros, de los mecánicos, de los expilotos, de los periodistas, muy pocos es verdad, creen que al rapidísimo inglés, no se le dan bien los finales.

SUFRIR HASTA EL FINAL / Es una cuestión de presión, de saber llevarla, de haber vivido antes estas situaciones, de conocer la fórmula para digerir los nervios. Puede, seguro que sí, que Hamilton haya madurado, pero lo pasó mal, muy mal, en sus dos matchball anteriores. Perdió el primero, en Brasil 2007, cuando de un manotazo pulsó el botón equivocado en el volante y dejó su coche con el limitador de velocidad en la primera vuelta de Interlagos regalando el título a Kimi Raikkonen. Y volvió a sufrir como un perro un año después, en el mismo escenario, bajo la lluvia, encadenando errores, adelantando en la última curva de la última vuelta hasta un miserable sexto puesto que le daba el título a pesar de la victoria del brasileño Felipe Massa.

No, no se le dan bien los finales. Dos semanas atrás en Brasil, estuvo a punto de mandarlo todo por la borda con la salida de pista en la vuelta 30, cuando se empeñaba en dar caza Rosberg para adelantarlo sin necesitarlo. Ese es Hamilton, y no, no va cambiar, tampoco en el GP de mañana, en el desenlace del Mundial. «Preparo esta carrera como las demás, y siempre las preparo para ganar», insiste el piloto inglés. «¿Presión extra? Mi compañero tiene más porque va segundo», afirma el campeón de la temporada 2008.

«Él tiene más presión. Va primero. Él puede perder el Mundial, y puedo ganarlo, es así siempre que llegas a esta situación», replica Rosberg. Conoce a Lewis desde la época del karting, donde ya compartían equipo. Sabe cuál es su punto débil, y quiere encabritarlo para que cometa un error y se quede fuera. Es su única posibilidad. Apenas 40 milésimas les separaron ayer en los libres, en dos intentos de vuelta rápida con los neumáticos superblandos, plagados de errores por parte de ambos. Aún así, sacaron casi un segundo al resto. Nadie les puede hacer sombra. Si no media una avería o un error garrafal se repartirán hoy la primera línea de la parrilla. Las opciones de Rosberg pasan por lograr la pole y que Hamilton no se conforme con hacer segundo en carrera, que intente ganar y cometa un error.

ESPERANDO EL ERROR / «Sin duda hay presión y tensión, pero no podía ser de otra manera cuando se decide el título en la última carrera», asume Toto Wolff, el jefe de Mercedes que ha vapuleado a todos, disfrutando del momento, con el título de constructores ya en las vitrinas de Stuttgart, sabiendo que revive el momento mágico que tan pocos jefes de equipo han disfrutado: que sus dos pilotos se jueguen el Mundial en la última carrera.

Todo está del lado de Hamilton, que supo sacar el máximo partido a aquel error de Rosberg en Spa, cuando el alemán golpeó el coche del inglés, y todo el equipo le pidió respeto y juego limpio. Desde entonces Hamilton ha ganado cinco carreras, una sola el alemán, que ahora se encomienda a la vanidad, al orgullo, a la ambición o como lo quiera llamar del indomable Hamilton.