Kent no tiene piedad de su compañero Cortese

Vibrante carrera enMotegi de Moto3 con seis candidatos desde el inicio hasta la última vuelta para poder ganar la carrera y disputarse el podio de la cilindrada, sin duda, más reñida del Mundial. La prueba, que ha contado desde el inicio con un grupo de privilegiados formado porJonas Folger (Kalex KTM),Luis Salom (Kalex KTM),Danny Kent (KTM), que salía desde la'pole position',Alessandro Tonucci (FTR Honda), que es otro de los nuevos pilotos de la Federación Italiana de Motociclismo, por supuestoMaverick Viñales (FTR Honda) y, por descontado,Sandro Cortese (KTM),líder del Mundial.

Y así han llegado todos a la última vuelta deMotegi, repleta de frenadas, para disùtarse las tres plazas del podio. Cuando Folger, que está protagonizando un extraordinario final de temporada desde que llegó al equipo de Jorge Martínez 'Aspar', ha intentado escaparse pero ha sido derribado por unimpulsivo Salom, que quería darle alcance. Los dos han quedado fuera de carrera. Entonces ha sido el momento de Kent, que en dura disputa con Tonucci, quería buscar el primer triunfo de su vida. Parecía increible que Kent, compañero de equipo deCortese, pudiese plantarle cara al alemán, que podía, en ese final de carrera, coronarse matematicamente campeón del mundo tras la caída de Salom y lo retrasado que ibaViñales.

Y ha sido precisamente ese pique entre los dos pilotos oficiales de KTM lo que ha hecho que Cortese perdiese, por vez primera este año, los nervios y se fuese a por Kent, chocando con la moto de Tonucci y acabando en el suelo, mientras su compañero se ha escapado hacia el triunfo. Mientras Cortese conseguía levantar su moto y cruzar la meta en sexta posición,Viñales, siempre en la cola del grupito, ha superado a unasustado Tonucci, que con el premio del tercer escalón del podio se daba por más que satisfecho.

A falta de tres grandes premios (Malasia, Australia y Valencia),Cortese sigue líder del Mundial, con 255 puntos y posibilidades, de nuevo, de coronarse campeón en Sepang, seguido por Viñales (199) y Salom (194).