Pedrosa intuye que este año se romperá su racha triunfadora en MotoGP

El mundo de las motos, el Mundial, el ‘paddock’, MotoGP, hasta él mismo, tienen la sensación de que el gran, el inmenso, el tremendo Dani Pedrosa (Sabadell, 29 de septiembre de 1985) dejará el campeonato de la máxima categoría y su vida competitiva rompiendo la mejor racha que piloto alguno ha podido cosechar, sí, cierto, no en títulos, pues le faltará el de la cilindrada ‘reina’ (fue campeón de 125cc, en 2003 y bicampeón de 250cc, en 2004 y 2005), en el campeonato del mundo al ser el único piloto que ha conseguido ganar, como poco, un gran premio cada año. Ni siquiera el gran Valentino Rossi lo ha logrado, ya que sus dos años en Ducati (2011 y 2012) fueron un auténtico fracaso, con tan solo tres modestos podios.

Pedrosa, que en su temporada de despedida del equipo Repsol Honda, no consigue hacerse con los mandos de la RC213V y, por tanto, apenas está contribuyendo con sus resultados a que Honda gane el Mundial de constructores, el que más le interesa, y el ‘team’ el campeonato de escuderias, expresó sus dudas, a preguntas de El Periódico, sobre la posibilidad, aún existente (quedan dos carreras, Malasia este domingo y Valencia, a mitad de noviembre), de lograr esa victoria con la que poder cerrar 13 años estupendos en MotoGP y 18 temporadas en el Mundial de motociclismo, desde su debut, en Japón-2001.

Un año muy complicado

“Este año está siendo muy difícil. Estoy teniendo muy malas sensaciones en general con la moto en casi todas las pistas. Nunca me he sentido cómodo sobre la moto y nunca lo he tenido todo en su sitio, además de las conocidas lesiones, que siguen ahí. Eso sí, la actitud sigue siendo la misma, tratando de pelear y mejorar la moto todos los días”, comentó Pedrosa, que hace ya varias carreras ha dejado de contar con la ayuda del expiloto catalán Sete Gibernau, que le asesoró en la primera parte del campeonato, sin demasiada suerte. Preguntado, directamente, si creía que podía ganar en Sepang o Cheste, Pedrosa fue muy claro: “Nunca se ha de perder la esperanza pero, insisto, con estas sensaciones es más difícil pensar que puedes ganar. No sé si seré capaz de cambiarlo todo de golpe, en estas dos últimos citas”. El domingo, en Phillip Island, se cayó y no pudo acabar la carrera.

A lo largo de esta temporada y, desde la llegada de su exmanager y protector Alberto Puig a la dirección deportiva de Honda, el nombre de Pedrosa ha estado en boca de todos. En los primeros meses por si existía aún la posibilidad de que renovase una temporada más, cosa que hubiese podido ocurrir si el mallorquín Joan Mir hubiera aceptado seguir un año más (2019) en Moto2, adquirir aún más experiencia, y coger la Honda de Pedrosa en el 2002. Pero Mir le dijo a Honda que quería dar el salto ya a MotoGP en una moto oficial y aceptó la oferta de Suzuki. Luego, hubo la posibilidad de que fuese el piloto estrella de la nueva y futura escudería Petronas Yamaha de MotoGP. Tampoco ocurrió. A continuación se dijo que Pedrosa podía quedarse como probador de Honda pero, al final, la repentina e inesperada llegada del tricampeón Jorge Lorenzo al ‘team’ Repsol Honda, hizo que Dani aceptase la oferta de probador que le ofreció KTM, dispuesta a dar un salto más en su persecución de las grandes marcas japonesas.

"Amo las motos, es mi pasión, lo hago bien y por eso quiero contribuir a la mejora de KTM en MotoGP. El riesgo siempre estará ahí"

Dani Pedrosa

— Piloto oficial del equipo Repsol Honda

Pedrosa, que dio la sensación de que dejaría las motos tras hacerse mucho daño y durante mucho tiempo, ha decidido seguir jugándose el tipo al convertirse en el probador de una marca que quiere crecer. El riesgo es casi igual que seguir compitiendo, la presión, sí, muchísimo menor, pero los probadores tienen que probar las piezas y las evoluciones de sus motos a tope, a altísimas velocidades, de lo contrario es imposible saber si la mejora existe o no.

“Siempre que vas en moto hay riesgo, eso está claro, pero tienes que encontrar un equilibrio. Las motos son mi pasión y está claro que he sufrido muchas lesiones, pero me gusta ir en moto, lo hago bien y, aunque siempre habrá riesgo, tampoco puedo dejar de ir en moto por miedo a lesionarme”, señaló Pedrosa.

Da la sensación, por tanto, que Pedrosa jamás se ha planteado, a lo largo de este difícil año, repleto de dudas y con malas sensaciones y prestaciones en la pista, la posibilidad de colgar el casco y dedicarse a otra cosa. “Me encantan las motos, es mi pasión desde chico y me gusta ir en moto. Sin duda, aceptar ser probador de KTM es una manera diferente de enfocar mi profesión, muy diferente, pero tengo muchas ganas de probarlo. Se trata de un proyecto muy joven y sus promotores tienen mucha ambición y yo tengo ganas de saber si puedo ayudarles a crecer”.

Una vida más relajada

Cuestionado sobre cuál puede ser su aportación (Pol Espargaró, piloto de KTM, dice que “conocimiento y experiencia”), Pedrosa señala: “Espero disfrutar con este nuevo trabajo y que ellos puedan recibir parte de mi experiencia, ayudándoles a mejorar la moto en la dirección que ellos esperan. KTM siempre ha creado proyectos ganadores, vienen del motocross donde han triunfado, tienen mucha experiencia en las categorías pequeñas del Mundial, donde también han ganado en Moto3 y Moto2, pero en MotoGP aún no tienen esa experiencia y veremos si puedo ayudarles”.

Pedrosa está convencido que cambiar el tipo de presión, de tensión, de estrés, de la responsabilidad que conlleva pilotar para una gran marca, la obligación de ganar, por ayudar a mejorar, a evolucionar, una moto con ambiciones le hará bien, le mejorará la vida y, sobre todo, le permitirá seguir vinculado a las motos, su pasión, y a involucrarse en un proyecto nuevo, diferente. “El calendario de los test, la manera de enfocar los entrenamientos, es distinta a la competición permanente, por cierto, no pienso correr gran premio alguno como invitado, ninguno, eso ya le ha quedado claro a KTM y, por tanto, creo que tendré tiempo para hacer otras cosas al margen de las motos”.