GP DE CATALUNYA DE MOTOGP

Espargaró: "Desde que han nacido los gemelos, vivo en una nube de felicidad"

Max duerme feliz sobre el pecho de su padre Aleix Espargaró.

Max duerme feliz sobre el pecho de su padre Aleix Espargaró. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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“No me ves, que aún se me cae la baba”, bromea Pol Espargaró, acariciándose la barbilla con su mano derecha. “Es estupendo, ser el tio ‘Polyccio’ es fantástico, la verdad”. “Yo, aquí estoy, aquí sigo, sin pensar en ello, tan solo como siempre”, bromea Marc Márquez, cuando le plantean la posibilidad de tener pareja, de ser padre, de crear una familia. “¡Uf!, me pilla muy lejos”. Al lado de los dos, el protagonista de la historia, Aleix Espargaró, de 28 años, estrella del equipo Gresini Aprilia de MotoGP, que, a partir de mañana, estrenará paternidad en el Gran Premio de Catalunya, que se desarrollará en el remozado y reasfaltado trazado de Montmeló.

Mía nació con poco peso

Aleix, que ya tenía una parejita pero de ‘beagles’, Pippa y Zuki, acaba de ser 'bipadre', pues Laura Montero, su esposa, ha tenido gemelos, el forzudo Max y la pequeñita (de momento) Mía, que ha tenido que ser internada en neonatos, pues nació con muy poquito peso. “Ahí está, peleando, haciéndose fuerte, engordando poco a poco, muy poco a poco, pero saliendo adelante”, explica el padrazo Espargaró, que está convencido de que este fin de semana “no habrá piloto en la pista que me gane a energía positiva y felicidad, fijo”.

Aleix confiesa que ser padre es “un compromiso con la vida brutal”. Es más, asegura que “yo creía ser feliz, muy feliz, hasta que nacieron mis gemelos. Ahora sí me doy cuenta que la felicidad plena es esto, lo que siento ahora. Estos enanitos te generan una sensación nueva de felicidad, de placer, es una sensación, en serio, inhumana. Estas todo el día en una nube de felicidad. Vives flotando”.

Te cambian la vida

El piloto de Aprilia, que en este arranque de temporada no está teniendo demasiada suerte pues su moto se ha roto en tres carreras, confiesa que “a la felicidad extrema se le suma una sensación nueva de miedo. ¿Responsabilidad?, bueno, sí, cierto temor por qué les pasará, cómo les irá. Es responsabilidad con un poquito de miedo. Y a ese vivir flotando, le sumas momentos de inquietud. Por ejemplo, cuando les oyes llorar y no sabes qué le pasa. Ya no eres solo tú, vives conectado todo el tiempo a ellos, pero inmensamente feliz”.

"¿Responsabilidad? ¿Temor?, bueno es una especie de responsabilidad con un poquito de miedo. Ya no estas solo, vives pendientes de ellos, pero su presencia es un auténtico chute de energía y felicidad"

Aleix Espargaró

— Piloto oficial del equipo Gresino-Aprilia

Aleix cree que para un deportista de élite esta momento es extremadamente especial. De ahí que considere que, posiblemente, haya algunos de sus colegas, o deportistas de otras especialidades, que no se atrevan a dar el paso de ser padres porque, tal vez, no les encaje en su vida, les distraiga, le preocupe o, simplemente, les cambien el plan de vida, de entrenamiento, de competición.

Menos horas para descansar

“A mí, ver a Laura feliz, maravillosa y a estos gemelos crecer, cambiar día a día, me supone un chute, una hostia de ánimo, de ganas, tremendas”, continúa explicando el mayor de los Espargaró, nacido en Granollers. “Pero, insisto, yo creo que depende de la persona. Yo siempre he sido muy familiar y ser padre estoy convencido de que solo me van a proporcionar cosas positivas. O eso espero”.

Aleix está convencido de que, pese al mucho sueño que pasa, “las pilas se me recargan automáticamente nada más verlos a ellos y a Laura”. El piloto de Aprilia, que el año que viene tendrá como compañero de equipo al italiano Andrea Iannone, afirma que “Max y Mía no me quitarán, no, horas de entrenamiento, si caso de sueño. Ahora salgo a las seis de la mañana a correr, a pie o en bici, y me acuesto a las once de la noche. Las primeras semanas están siendo duras porque no tenemos aún a la pequeñita con nosotros, pero la vamos a recuperar pronto”.