MUNDIAL DE MOTOCICLISMO

Márquez fulmina a Lorenzo en la última vuelta de Australia

El bicampeón mallorquín, segundo, se coloca a 11 puntos de Rossi, que ha acabado cuarto al ser derrotado, también en el último giro, por su compatriota Iannone

Marc Márquez celebra en el podio de Phillip Island su victoria en el Gran Premio de Australia de MotoGP

Marc Márquez celebra en el podio de Phillip Island su victoria en el Gran Premio de Australia de MotoGP / SK/ACW

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / PHILLIP ISLAND (Enviado especial)

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Acuda al diccionario, no hay otra. Y escoja el calificativo que quiera. Busque, por ejemplo, la palabra 'vibrante'. O piense en 'conmovedor', 'arrebatador', 'excitante', 'apasionante', 'sonoro' y hasta 'ensordecedor'. Eso y más, mucho más, ha sido la carrera de MotoGP de este domingo del Gran Premio de Australia.

Iba a ganar Jorge Lorenzo (Yamaha), arrebatador, peleón, entero durante toda la carrera. Tremendo. El muchacho mallorquín no se rinde nunca y va a llevar a Valentino Rossi (Yamaha) hasta la última carrera, en Cheste (Valencia), que es lo que más teme 'el Doctor'. Digo que iba a ganar Lorenzo, que ha sido siempre el mandamás (como casi todo el año) del grupito de estrellas, de 'reyes', de dioses, de este gran premio. Pero ha aparecido el bicampeón más joven de la historia de MotoGP, el muchacho que no quiere ceder el trono sin demostrar que su moto le ha traicionado durante todo el año, pero él no protesta.

Ha aparecido de la nada, de detrás del sol australiano, montado en una de las inmensas olas del mar de Tasmania, que baña el precioso circuito de Phillip Island, el 'rey' que pronto cederá su trono, un impresionante Marc Márquez, para, en la última vuelta, hacerle un mortal interior a Lorenzo y lograr su victoria número 50 en el Mundial (ya ha empatado con Dani Pedrosa), la quinta del año y demostrar que estos chicos no aceptan pactos y solo corren para ganar, ganar y volver a ganar, que diría el bueno de Luis Aragonés.

CARRERA IMPRESIONANTE

Ha sido la mejor carrera, no del año, de la década. O una de las mejores. Como diría Johan Cruyff, una carrera de "gallina de piel". Pero no al final, que también, también, sino ya en el arranque, donde, además de los cuatro 'magníficos' (Pedrosa ha acabado descolgándose), se ha añadido como artista invitado, y nunca mejor dicho, el italiano Andrea Iannone (Ducati), la moto que, en recta, ha alcanzado cómodamente los 346 kilómetros por hora.

Y durante toda la carrera, especialmente los 10 primeros giros, los adelantamientos, acosos, roces, amenazas, toques, han sido constantes. Eso sí, Lorenzo se ha ido, se ha escapado, como ya hizo sobre mojado, hace siete días, en Motegi (Japón). Pero Márquez, Rossi Iannone lo han tenido siempre, siempre, ante sus ojos. Las apuradas de frenadas, los despistes (especialmente de Márquez, que se ha ido largo más de una vez) y, sobre todo, los 'asesinatos' de pura velocidad de Iannone, han estado al orden del día.

ROSSI, SIEMPRE CUARTO

Siempre se ha visto en dificultad a Rossi, el 'pececito' que ha arrancado con 18 puntos de ventaja sobre 'tiburón' Lorenzo y se ha marchado a su box desolado con solo 11 de renta. Cierto, siempre ha vivido en el 'balcón' de la tercera y cuarta plaza, pero nunca ha sido una amenaza para los dos grandes, los dos 'sprinters', los dos velocistas, los dos bicampeones de este año, Lorenzo Márquez. Y, encima, por vez primera en mucho tiempo, en años, 'el Doctor', que no para de invitar a sus veloces compatriotas a divertirse con él en su rancho y pista de 'dort-track', le ha salido un candidato respondón.

Iannone, que, el sábado, había dicho que consideraba "toda una leyenda" a Rossi, le ha metido la moto, el carenado, su cúpula, las alas de su máquina roja, en más de una y dos ocasiones. Es más, le ha metido la moto y el cuerpo entero en un interior en la última vuelta, cuando Márquez hacía lo propio, 75 metros delante, a Lorenzo. Víctima inocente de la lucha ha resultado ser una gaviota que se metido en medio de la pelea y que Iannone ha matado de un cabezazo.

TREMENDA ÚLTIMA VUELTA

Ha sido una carrera digna del Mundial, de este maravilloso y estremecedor deporte, de un campeonato único y, sobre todo, digna de unos jóvenes que, bromas al margen, no casan con nadie y demuestran, día a día, carrera a carrera, que lo único que quieren es correr, disfrutar, divertirse, hacérselo pasar bien a los 'motards' y, sobre todo, forzar al campeón, el que sea, Rossi o Lorenzo, a ganarse el título en la pista. 

"Dije que no forzaría para ganar a Jorge o a 'Vale' en caso de que, en la última vuelta, se me presentase la ocasión de ganar. Pero todo el mundo ha podido ver que mi adelantamiento a Lorenzo ha sido limpísimo. No tenía nada guardado, no, solo que, perdido el título, quiero ganar carreras y demostrar el campeón que soy", ha señalado Márquez, que  ha sido felicitado, en primer término, por el propio Lorenzo.

BUEN MORDISCO DE LORENZO

"Lo temía, sí, lo temía con toda mi alma, pero no he podido evitarlo", ha reconocido Lorenzo. "He tratado de irme, de escaparme como siempre intento, pero esta vez ha sido imposible, así que el riesgo de sucumbir al mejor Márquez de los últimos tres años era evidente, pues su ritmo durante todo el fin de semana ha sido tremendo. Lo ha hecho de maravilla, como Andrea, que se había comprometido a compensarme la jugarreta que me hizo el sábado, cuando me chupó rueda para meterse en primera fila, relegando a 'Vale' a la cuarta plaza, lo que me pone a 11 puntos del líder, cuando restan 50 puntos. Buen mordisco", ha concluido.

Mundial de MotoGP: 1. Valentino Rossi (Italia), 296 puntos; 2. Jorge Lorenzo (España), 285 puntos; 3. Marc Márquez (España), 222 puntos; 4. Andrea Iannone (Italia), 188 puntos y 5. Dani Pedrosa (España), 185 puntos.