Hallado en el Vall d'Aran el cadáver de una osa joven atacada por otro oso

Un vecino localizó el pasado 16 de mayo en un paraje del municipio de Vielha e Mijaran (Vall d'Aran) el cadáver de una osa joven que había muerto previsiblemente por el ataque de otro oso y cuyos restos estaban sido devorados por los buitres. Según ha informado el Conselh Generau d’Aran, los restos pudieron ser recuperados gracias a la colaboración de un particular que se puso en contacto con los agentes comarcales al observar una acumulación de aves carroñeras.

Según los resultados de la necropsia, realizada en el Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), la causa de la muerte del animal, aparentemente una hembra joven de un año y medio, ha sido muy probablemente un ataque realizado por otro oso.

Durante la necropsia, en los restos se pudieron identificar varios traumatismos que le causaron la muerte, tanto resultado de mordiscos y arañazos (antebrazo roto, hocico arrancado, heridas de colmillos en la parte posterior…) como otros derivados de una caída (cadera y la práctica totalidad de las costillas del lado izquierdo partidas). Actualmente se están realizando análisis genéticos adicionales para intentar averiguar la filiación, tanto de la víctima como la del oso agresor.

Los infanticidios son una práctica documentada en numerosos carnívoros, generalmente entre individuos de diferentes familias y en casos de escasez de alimentos. En el caso de las hembras adultas de oso, puede ser una estrategia para reducir la competencia y aumentar los recursos para los de su estirpe. Si el responsable de la muerte es un macho, normalmente es para apartar a una hembra de sus crías y lograr que entre rápidamente en celo.