GESTIÓN HIDRÁULICA

Los pasos fluviales recuperan las migraciones de los peces

Escalera para facilitar el remonte de los peces en el río Ter a su paso por Ripoll Agafallops

Escalera para facilitar el remonte de los peces en el río Ter a su paso por Ripoll Agafallops / periodico

Antonio Madridejos

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La construcción de embalses, azudes para regadíos, centrales eléctricas y otras infraestructuras hidráulicas acabaron con la continuidad natural de los ríos y frenaron la migración de aquellos peces que necesitan remontar el cauce para reproducirse. Y ahora, ¿cómo se arregla el problema?  

La mejor manera para recuperar los viejos hábitats sería obviamente eliminar el cemento, algo difícil de llevar a la práctica en la mayoría de los casos, pero también se puede sortear el problema mediante lo que se conocen como "escalas" o "pasos de fauna", conectores fluviales que facilitan el movimiento de los peces en sentido ascendente. En Catalunya ya se han acometido cien obras de este tipo, según el recuento de la Agència Catalana de l'Aigua (ACA).

La última, en Osona

La última conexión, inaugurada el pasado diciembre, sortea un dique construido sobre la Riera Major, en el municipio de Sant Sadurní d'Osormort (Osona). Las obras, realizadas por la Diputación de Barcelona, son una especie de escalones inundables y con una pendiente moderada que permiten que la fauna acuática ascienda salto a salto y franquee así un desnivel de unos dos metros, explica Jordi Riera, director del espacio natural Guilleries-Savassona, donde se ubica. "La vieja esclusa se construyó para que un molino aprovechara el salto de agua, pero se abandonó hace tiempo", dice. Y ahora la infraestructura no se puede derruir porque "tiene un valor histórico".

La escala para peces de la Riera Major se inauguró recientemente y todavía es pronto para determinar si resulta atractiva para la fauna, pero Riera confía en que "las truchas puedan volver a franquear este tramo".

"Es como si creáramos un río artificial para ayudar a los peces"

Mònica Bardina

— Técnica de la Agència Catalana de l'Aigua

Mónica Bardina, especialista de la ACA, explica que el desnivel de los pasos no debe superar el 20% para que los peces pueden ir descansando y saltando escalón a escalón. "En el fondo, es como si creáramos un río artificial para ayudarles", dice. "Al principio eran demasiado ingenieriles y poco atractivas para los animales, pero ahora el diseño ha mejorado y están más integradas en el medio", prosigue Bardina. En cualquier caso, que nadie piense que los pasos de fauna son autopistas que se colapsan. El tránsito es casi por goteo. "Cuesta ver a los peces. Además, los animales se mueven más por la noche". 

De las cien obras de conexión ya existentes en Catalunya, la mayoría han sido acometidas por la ACA, aunque de algunas se han encargado ayuntamientos, empresas hidroeléctricas y otras entidades. Al margen de los pasos, que es la opción fundamental, también se pueden construir remontadores mecánicos -auténticos ascensores-, pero son escasos debido a los costes y el mantenimiento que requieren. Esta opción, aunque a pequeña escala, se ha empleado por ejemplo en el río Romadriu, en el Pallars Sobirà.

La ley española de pesca fluvial de 1942 ya recogía que "el movimiento de los peces a lo largo de los ríos debe estar garantizado y cualquier estructura que lo impida o limite debe acondicionarse para tal fin", afirma Bardina. Y son las administraciones competentes quienes deben velar por el cumplimiento de la norma. Es una lástima que ahora, "habiendo mejorado tanto la calidad de las aguas, los peces se encuentren con estos impedimentos". En cualquier caso, la especialista de la ACA ve poco factible una conectividad total por culpa de los embalses. "Ahora, con tanta fauna exótica en sus aguas, tampoco es tan interesante que se muevan mucho".

Como explica Bardina, los obstáculos en los ríos no solo perjudican a las especies claramente migratorias como el salmón o la anguila, que necesitan ascender por los cauces para culminar su ciclo reproductor, sino en general para todos los peces. Un ejemplo son las truchas: "Si no se pueden desplazar y entrar en contacto con otras poblaciones, la diversidad genética de los grupos se resiente", afirma.

El mayor de los pasos se ha construido en el azud del Ebro en Ascó. Mide 60 metros de largo y 8 de ancho

El mayor paso de peces construido hasta la fecha -se inaugurará oficialmente en febrero- es un canal escalonado que sortea un azud o dique situado en el Ebro a su paso por Ascó (Ribera d'Ebre), muy cerca de la central nuclear, y que se ha construido con la ayuda del proyecto europeo Life MigratoEbre. "La rampa mide unos 60 metros de largo y tiene unos ocho de anchura", ilustra Joan Martín, director del Institut per al Desenvolupament de les Comarques de l'Ebre (Idece). La escala contará siempre con un nivel mínimo de entre 60 y 80 centímetros de agua.

"También se reformará el actual paso de peces del azud de Xerta, que no ha acabado de funcionar porque quizá no se diseñó bien", dice Martín. "Queríamos hacer un ascensor, pero la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) lo desestimó y en su lugar se hará una rampa en zigzag de 200 metros de longitud", añade.

Marc Ordeig, coordinador del Centre d'Estudis dels Rius Mediterranis, en Manlleu, y responsable técnico del MigratoEbre, comenta que barbos, lisas, madrillas podrían aprovecharse de las nuevas rampas de Ascó y Xerta, así como anguilas, lampreas y esturiones -si prosperan los planes de reintroducción- e incluso nutrias. Para comprobar la efectividad de los pasos, algunos animales se marcan con chips o pintura de color.

Que paguen los propietarios...

Uno de los problemas habituales es que muchas industrias construyeron molinos y otras infraestructuras para aprovechar los saltos de agua y, una vez cesaron su actividad, <strong>no hicieron nada por retirarlos</strong>. En teoría, como relata Mònica Bardina, deberían ser los propietarios los encargados de hacerlo, pero a menudo su rastro se ha perdido y lo acaba haciendo la Administración. En total, en las cuencas internas de Catalunya hay inventariadas unas 900 estructuras que suponen un obstáculo transversal en el río, "de las que solo un 20% se pueden considerar franqueables para los peces", dice la ACA.