ESPECIE EN PELIGRO

¿Quién teme al oso?

Cachorros de oso en el parque natural del Alt Pirineu, en Lladorre, en septiembre del 2015.

Cachorros de oso en el parque natural del Alt Pirineu, en Lladorre, en septiembre del 2015.

ANTONIO MADRIDEJOS / BARCELONA

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En un bosque del sur de Eslovenia, rodeado de hayas y robles, vive un oso corpulento al que se le ha encomendado un noble trabajo a 1.400 kilómetros de distancia: convertirse en el nuevo patriarca de los plantígrados del Pirineo, el ejemplar destinado a garantizar su futuro genético. Será el sustituto de Pyros, el incombustible oso que es padre, abuelo e incluso bisabuelo de todos los demás machos que pueblan la parte central de la cordillera. La captura y el traslado se producirán a finales de mes.

La llegada del nuevo oso ha despertado a los sectores opuestos al programa de reintroducción, encabezados por los ganaderos, pero las críticas han sido muy inferiores a las que surgieron hace 20 años cuando Francia decidió liberar los primeros ejemplares. Curiosamente, la población pirenaica de plantígrados en aquel entonces se limitaba a tres ejemplares autóctonos en el núcleo occidental del Bearn-Navarra, mientras que actualmente son 35, de los cuales la inmensa mayoría habitan en el núcleo central y son de estirpe eslovena. No solo no se ha producido el desastre que algunos auguraron, sino que empieza a despuntar un turismo ecológico basado en el mundo de los osos.

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Los especialistas eslovenos ya han empezado los trabajos para la captura del animal, que será un adulto de 8 o 9 años, según los expresos deseos de los técnicos catalanes que coordinan el programa Life. Con el reclamo de un trozo de carroña, los plantígrados se irán acercando hasta que aparezca un individuo ideal. "Puede ser inmediato o puede que aparezcan hembras o juveniles y debamos esperar unos días", asume Antoni Batet, responsable del seguimiento de campo de la especie en el parque natural del Alt Pirineu. Batet será uno de los cuatro representantes catalanes que viajen a Eslovenia para supervisar la captura. En el país balcánico viven unos 500 ejemplares.

ANÁLISIS VETERINARIO

A continuación, los técnicos eslovenos dispararán un dardo que dormirá al macho. El momento será aprovechado para someterlo a un análisis de sangre y un estudio veterinario. También se le colocará un collar equipado con radiotransmisor vía satélite y dos pequeños dispositivos en las orejas que permitirán seguir sus movimientos en el nuevo hogar. Durante dos años, hasta que se acaben las pilas y se desprendan, los especialistas podrán saber exactamente dónde se encuentra. "Si sale un individuo conflictivo, siempre tendremos la oportunidad de capturarlo", explica Batet. Finalmente, será introducido en un camión veterinario que lo llevará hasta el norte del Pallars Sobirà. "No habrá un periodo de aclimatación porque lo que interesa es devolverlo a la libertad lo antes posible, que el malestar sea mínimo", insiste.

El equipo no ha informado del lugar de la liberación, que se decidirá en función de los movimientos de los otros osos del Pallars. "Además, queremos evitar un espectáculo mediático que podría estresar al animal o incluso ocasionar algún percance", explica Ferran Miralles, director general de Políticas Ambientales en el Departament de Territori i Sostenibilitat. En cualquier caso, el emplazamiento final se acordará con los alcaldes de la comarca, que ya han dado su visto bueno a la operación. "Tenemos dos o tres opciones buenas", insiste Marc Garriga, director del parque natural del Alt Pirineu. "El Aran ha preferido que fuera aquí", reconoce.

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Durante los primeros momentos en su tierra de acogida, el oso estará desorientado. "Por eso es interesante soltarlo en una zona con presencia de más animales, para que pueda olerlos y perciba el ambiente como algo familiar", insiste Garriga. El paisaje en Eslovenia es menos escarpado, pero en esencia tiene un bosque similar. "La disponibilidad de alimento será incluso superior aquí -prosigue el director del parque natural-. Tenemos abundancia de ciervos, corzos y otros ungulados salvajes cuya carroña es ideal para los osos. También hay muchos frutos del bosque. A diferencia de lo que sucede en otros países, donde los osos se acercan a las zonas humanizadas a comer basura o alimentarse de frutales, a los nuestros no les pasa eso porque no les hace falta. Tienen miedo de los hombres".

DIFERENCIA GENÉTICA

Como Pyros también es de origen esloveno, al igual que las seis hembras liberadas en el Pirineo desde 1996, se ha escogido una región de procedencia muy diferente. "Nos interesa que sea genéticamente lo más diferente posible", dice Garriga. Las autoridades aranesas habían solicitado que la liberación del nuevo oso llevara aparejada la captura del viejo patriarca, pero finalmente no será así. "Además de ser complicado y caro, ¿qué íbamos a hacer con Pyros?, ¿llevarlo a un zoo?", se pregunta Garriga. Aunque los técnicos del equipo de seguimiento dan por hecho que el animal tiene los días contados debido a su avanzada edad, "en febrero fue avistado en el Vall d'Aran sin mostrar síntomas de debilidad", se queja Carlos Barrera, síndico (máxima autoridad) de la comarca.

El oso llega en son de paz. "Las cosas han cambiado mucho desde 1996. Creo personalmente que entonces no se dialogó lo suficiente y todavía arrastramos ese problema. Hay gente en las comarcas del Pirineo que aún piensa que todo esto es una imposición de los urbanitas", reconoce Miralles. El director general destaca que los cambios en la gestión del ganado, con la contratación de pastores con perros y la instalación de cercados electrificados, entre otras cuestiones, han sido claves en la reducción de los ataques a prácticamente cero. Garriga insiste en el mismo sentido: "El gran éxito es que se ha hecho una prevención de daños muy buena. Y ahora son ridículos pese a que algunos sindicatos ganaderos pretenden magnificarlos".