LAS NEGOCIACIONES DE LA COP21

Cuenta atrás definitiva para lograr un acuerdo sobre el clima en París

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EVA CANTÓN / PARÍS

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Las negociaciones para lograr un acuerdo universal y ambicioso que permita limitar el calentamiento del planeta entran esta semana en su fase decisiva. Comienza la cuenta atrás para los ministros que representan a los 195 países presentes en la cumbre de Naciones Unidas sobre el clima de París, encargados de tomar decisiones concretas para que las últimas cinco páginas del borrador redactado por los negociadores técnicos elimine los corchetes allí donde hay que poner cifras y explicitar compromisos. Tres escollos les separan todavía de la meta.

En primer lugar, no hay todavía consenso sobre el límite de reducción de 1,5 o  2 grados centígrados de aquí al 2100 respecto a los niveles preindustriales. En el artículo 2 del texto provisional de las delegaciones no se ha zanjado el tema, que sigue contemplando las dos hipótesis, aunque una mayoría de países se han alineado con el llamamiento lanzado por los Estados insulares, los más amenazados por la subida del nivel del mar, para que se opte por la cifra menor. Los expertos sostienen que, desde el punto de vista técnico, existen soluciones para lograr el objetivo de 1,5 grados y no descartan la opinión favorable de los políticos.

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Como se preveía desde el arranque de la cumbre, otro asunto espinoso es el de la financiación. La fractura Norte-Sur que dio al traste con la cumbre de Copenhague ha vuelto a hacer acto de presencia en la capital francesa. Los países del sur contaminan más pero también pagan un precio más alto por los desórdenes meteorológicos causados por el aumento de las temperaturas y están dispuestos a firmar sólo a cambio de que los ricos asuman su responsabilidad y aporten más recursos.

CONTRIBUCIÓN DE LOS EMERGENTES

Algunos verían bien que China, India y Brasil, que contribuyen notablemente a la emisión de gases de efecto invernadero, saquen también la chequera. A cambio, los tres emergentes reclaman mayor “flexibilidad” de los mecanismos de transparencia. Dicho de otra manera, sobre las promesas de limitar las emisiones contaminantes a la atmósfera y los mecanismos de control.

Por otro lado, los países más desarrollados habían prometido en Copenhague movilizar un Fondo Verde de 100.000 millones de dólares anuales a partir del 2020 para ayudar a los más pobres a combatir el cambio climático. Estos últimos presionan para que la cifra figure negro sobre blanco y se defina qué cantidad se asignará a la adaptación más que a la atenuación. Otra duda es si contemplará también las donaciones privadas, como las anunciadas por Bill Gates.

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En tercer obstáculo está en las revisiones periódicas –cada cinco años- para comprobar si se están cumpliendo los compromisos, una condición que Francia, anfitriona de la conferencia, considera imprescindible junto al carácter vinculante del tratado que salga de París. El pasado sábado, la presidencia de la COP21 puso en marcha cuatro grupos de trabajo, cada uno encargado de un tema específico, en un intento de suavizar las divergencias y acercar un compromiso. 

LA CATÁSTROFE ACECHA

“El mundo espera de vosotros algo más que medias tintas”, ha advertido este lunes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al lanzar la nueva etapa de negociación en Le Bourget, sede de los trabajos de la cumbre. “La catástrofe climática nos acecha”, ha añadido ante los delegados. Ban Ki-moon ha insistido asimismo en que las decisiones que se tomen en París tendrán consecuencias “durante siglos”.

En opinión de France Nature Environnemnt (FNE), el impulso político que se escenificó en la apertura de la cumbre con la presencia de 150 jefes de Estado y de Gobierno se ha evaporado dando paso a las posiciones habituales y a las tensiones entre países. “Los observadores y las ONG’ siguen al pie del cañón para mantener la presión sobre las delegaciones y lograr un acuerdo ambicioso que responda a la urgencia climática”,  ha indicado la organización.

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LA FIRMA EN EL 2016

Oficialmente, la agenda de la COP21 prevé que las negociaciones concluyan este miércoles para proceder un día después a las verificaciones legales y lingüísticas y adoptar el texto el viernes. Pero de momento es más una esperanza que un certeza porque muchos expertos sospechan que las discusiones se prolongarán durante el fin de semana.

Incluso en el mejor de los escenarios, el acuerdo del clima no se firmará hasta principios del 2016. Será en una ceremonia organizada por Naciones Unidas que dará el pistoletazo de salida a otras conferencias en las que se especificarán concretamente los términos del pacto y su aplicación a partir del 2020. Después Marruecos tomará el relevo de París en diciembre del 2016.