LA CALIDAD DEL AIRE

La contaminación por NO2 sigue sin mejorar en el área de Barcelona

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Antonio Madridejos

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Las medidas puestas en marcha en los últimos años para mejorar la calidad del aire no han logrado que Barcelona y su entorno metropolitano se desembaracen del problema de los óxidos de nitrógeno o NO2, un peligroso contaminante muy vinculado al tráfico y en particular a los motores diésel. Según el balance del 2017 publicado por el Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat, 5 de las 68 estaciones de la región urbana superaron la media anual permitida por la legislación europea, que es de 40 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire, y otra docena se acercaron al umbral con indicadores superiores a 35.

Sin embargo, no todo es negativo. Los NO2 son, de hecho, el único el contaminante que se resiste. Además, como recuerda Mercè Rius, directora general de Calidad Ambiental, la media de NO2 en las estaciones de la red se mantuvo estable con respecto al año previo "pese a la reactivación económica". Es decir, pese al repunte de la industria y de los coches en circulación. Según la Generalitat, la movilidad en vehículo privado aumento un 2,7% en la región metropolitana, aunque al mismo tiempo también lo hizo la red de transporte público de ATM, que cerró el 2017 con un récord de 985 millones de viajeros.

Rius confía en que este año año el tiempo acompañe y contribuya a mejorar los resultados. "Nunca puede bajarse la guardia -dice la directora general-, pero este invierno ha ayudado al traer muchos días de lluvia y viento". El trimestre enero-marzo es tradicionalmente el más proclive a los episodios intensos de contaminación debido a la actividad de los anticiclones.

En cambio, otros contaminantes que en años pasados solían presentar incumplimientos de la normativa, como los metales pesados, el benceno, el cloro, el ácido clorhídrico, el benzo(a)pireno, las partículas PM2.5, el dióxido de azufre (SO2) y el monóxido de carbono (CO), han mejorado los resultados.

Más que un contratiempo atribuible a episodios meteorológicos o situaciones extremas, el problema de los NO2 es un continuo sin estridencias. Las cinco estaciones que superaron los 40 microgramos de media anual fueron tres de Barcelona (Gràcia-Sant Gervasi, Eixample y Poblenou), más una en Mollet del Vallès y otra en Sant Andreu de la Barca. En cambio solo hubo ocho superaciones del pico horario diario (200 microgramos), cuatro de las cuales en Gràcia-Sant Gervasi. La legislación europea autoriza un máximo de 18 por estación. 

En este sentido, la Generalitat recuerda que el incumplimiento del valor límite de NO2 "es un hecho común en las grandes ciudades europeas" y que "en las aglomeraciones urbanas de Catalunya no se supera el valor límite horario de este contaminante, como sí ocurre en otros lugares".

Reclamaciones

Los responsables de Territori reclaman al Estado que ejecute "las medidas necesarias, especialmente en cuanto a la inversión en la mejora del transporte público, a la modificación del reglamento de circulación y la finalización de las ayudas a los vehículos diésel" para ayudar a reducir la contaminación.

En marzo del 2017, la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la Diputación de Barcelona y representantes locales aprobaron una serie de compromisos para reducir un 30 % las emisiones vinculadas al tráfico en un plazo de 15 años.

La primera medida entró en vigor el pasado 1 de diciembre, aunque nunca se ha aplicado porque no se han dado las circunstancias: es la restricción del tráfico en caso de episodios de contaminación elevada en la zona de bajas emisiones (ZBE) delimitada por las rondas de Barcelona.

Otros contaminantes

En cuanto a las partículas en suspensión de diámetro inferior a 10 micras (PM10), históricamente un contaminante difícil de atajar, han disminuido notablemente en toda Catalunya desde el 2008. En general, dice la Generalitat, los valores se mantienen estables sin superar la legislación "en ninguna zona excepto en la Plana de Vic", donde se sobrepasó el valor límite diario en dos puntos de medición.

Durante el 2017 se registraron 60 horas con superación del umbral de información en ozono troposférico (O3), cifra cercana a la media de los últimos años, que es de 58 horas, y muy lejos de las 300 que se alcanzaban a mediados de la década de 1990. Los niveles de O3 varían mucho de un año a otro en función de la meteorología (aumentan con una radiación solar muy elevada). Las zonas más afectadas fueron nuevamente la Catalunya Central y la Plana de Vic.

Finalmente, se detectaron incumplimientos de sulfuro de hidrógeno (H2S) en un único punto de medición, el de Igualada. vinculado a un origen industrial. El ayuntamiento, concluye la Generalitat, ha encargado un estudio sobre la generación y las emisiones de este contaminante.