Entrevista

Oriol Recasens: "La juventud no es una generación perdida, hemos de borrar esta expresión"

Oriol Recasens es desde hace dos años el presidente del Consell Nacional de la Joventut de Catalunya (CNJC), una plataforma que engloba a las entidades juveniles con dos funciones básicas, al margen de la formación y sensibilización que llevan a cabo:  apoyar al asociacionismo y hacer de puente entre la juventud y la Generalitat y el Parlament para incidir en las políticas públicas para los jóvenes. En cifras, representan a unos 200.000 catalanes que están asociados y participan en las entidades miembro del consejo. Este sábado, 17 de febrero, se renueva el secretariado del CNJC, en el que Recasens tiene pensado continuar.

Entrevista con el presidente del Consell Nacional de la Joventut de Catalunya

ORIOL RECASENS

ORIOL RECASENS / periodico

Rosa Mari Sanz

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-Sois la voz de las entidades ante la Administración. ¿Os hacen caso? -Sí, pero es muy mejorable la relación. Nos escuchan, pero a veces los temas se quedan sobre la mesa, en palabras, y no se recogen las propuestas. Se ha de dar un paso más, como personas que somos lo que queremos es participar en el diseño y en la evaluación de las políticas juveniles. 

-¿Acuden alguna vez a vosotros o sois vosotros lo que llamáis a la puerta de las instituciones? -Llamamos más nosotros, la Administración algunas veces, aunque pocas, como cuando se prepara un plan nacional de juventud. Entonces sí nos han pedido la voz, pero el reto es acabar de entender que la participación no se limita a darnos un espacio para hablar.

-¿El empleo y el acceso a la vivienda son la prioridades en las que coincidís las asociaciones?  -Somos un colectivo diverso, pero lógicamente hay temas comunes. Más que prioridades, tendríamos que hablar de emergencias y la juventud actual tiene emergencias sociales que resolver, como sería el paro, la precariedad laboral, el acceso a la vivienda y la violencia machista, una de las lacras de la sociedad. A veces decimos que esta última más que una preocupación es una epidemia que en esta sociedad masculina y masculinizante se ha de acabar.

-¿Qué estáis aportando al respecto? -Los jóvenes somos optimistas. En los últimos años desde las entidades estamos haciendo mucho trabajo de sensibilización. Tenemos también una guía de recursos de detección de violencia machista en red, puede ser una herramienta buena para detectar, identificar y tratarla.

-Hablando de redes. ¿No hay mucha inconsciencia por parte de adolescentes y jóvenes en su uso?

-Somos la generación que más utilizamos las redes sociales y sabemos utilizarlas. Caemos en el riesgo cuando se dice que los jóvenes no controlamos o no sabemos utilizar las redes de culpabilizar a la víctima, la culpa es de la inconsciencia o la mala fe del que cuelga contenidos no fiables o que puedan perjudicar a una tercera persona en internet. Creo que hemos de hacer este cambio de perspectiva. Se ha de educar mucho en las redes sociales, poder educar en el buen uso es importante, pero pongamos la mirada en la persona que hace un mal uso, no en que los jóvenes no saben utilizarlas.

-Volviendo al desempleo y la precariedad laboral, se ha hablado de generación perdida. Desalentador. -Es una expresión que hemos de eliminar de nuestro argot, hemos de acabar con conceptos como generación perdida y todos los que se derivan. Estamos ante la generación mejor preparada de la historia, una generación con ganas, que tiene muchas ganas de incidir en su realidad. El problema es que venimos de años de recortes de años de políticas neoliberales que han hecho crear una situación de precariedad laboral, los jóvenes o no pueden acceder al mundo laboral o no se encuentran cómodos. No es culpa de la generación, sino de este entorno que se ha creado a partir de las reformas laborales, siempre hemos pedido derogarlas o reformarlas para no precarización. Nosotros tenemos claro donde está peligrando el tema de la ocupación.

-¿Dónde? -Tenemos focalizados tres ejes: el primero es en la temporalidad de los contratos. Nos estamos encontrando con contratos de una semana. ¿Qué estabilidad o motivación le darás a una persona? Ni tres ni seis meses. Eso precariza su vida. Después, los falsos autónomos, porque las empresas no aceptan su responsabilidad de contratarlos y asumir los gastos que van ligados a ese contrato, dejando desprotegidas a las personas. Y el tercero y cada vez más en auge, son las prácticas laborales no remuneradas. Cada vez se destruyen más puestos de trabajo y se crean plazas en prácticas.  Vamos a esa vía.

-¿Se han hecho políticas de mínimos respecto al empleo juvenil? -El programa estrella hoy en día en temas de ocupación, la garantía juvenil, había de salvar de la precariedad a los jóvenes y reducir la tasa de paro, pero estamos encontrándonos que la utilización que se está haciendo en España y Catalunya no está consiguiendo los objetivos marcados, y eso que Europa ha dado un toque de atención repetidas veces porque no se está aplicando bien. Se está cayendo en los mismos tics, muchas veces son contratos de seis meses y la persona vuelve a saltar del trabajo. Es necesario un verdadero plan de choque en políticas activas de ocupación, pero se ha de cambiar el enfoque y no hacer políticas de juventud excluyentes, sino poner en todas las políticas públicas a la juventud.  

-¿Con vuestra generación se acaba el ser propietarios de viviendas? -Ha habido un cambio de mentalidad, de concepción, y la tenencia de vivienda está cambiando. Desde el Consell estamos apostando por modelo alternativos, que vayan más allá de la compra o el alquiler clásico, como las cooperativas o la masovería urbana, tenemos una guía que explica todos estos recursos. Se pueden encontrar muchas fórmulas, pero la Administración ha de hacer un esfuerzo y comprar suelo público para poder influir en el mercado. 

-En los últimos años han salido muchos términos para designaros. Se habló de JASP, más recientemente de ninis, ‘millenials’ y ahora de ‘sinkies’, jóvenes en pareja pero sin planes de tener hijos por una cuestión económica. ¿Es esta última una nueva tendencia? -Son todos clichés y deberíamos acabar con todos ellos. Los jóvenes, como cualquiera, tiene el derecho o no de querer tener hijos y es totalmente legitimo una opción como otra. En lo que nos hemos de centrar es en qué condiciones puedo tener un proyecto de vida, ante unas condiciones de cronificación de la precariedad laboral, retraso de la emancipación… Hoy trabajar no garantiza en absoluto salir de la pobreza. Ante esta situación la idea no es tener o no tener hijos sino en qué condiciones estamos dejando la sociedad para tener un proyecto de vida. E insisto, hemos de borrar todos estos clichés del lenguaje.

-Las principales muestras de activismo en la calle han venido de mano en los últimos tiempos de los movimientos estudiantes. -Como consejo nacional nosotros tenemos un posicionamiento muy claro. Queremos una universidad pública, de calidad y de acceso universal. Que no haya ninguna traba económica para poder entrar. Han de desaparecer las tasas si realmente queremos que los jóvenes no tengan ninguna barrera para acceder a la universidad. Tenemos las más caras de España. La gratuidad no la conseguiremos mañana, pero hemos de empezar a dar pasos para lograr una educación superior universal y digo superior porque no nos olvidemos de los ciclos formativos que ahora también tienen tasas para acceder. Las FP no deberían tener ningún tipo de tasas.

-Se os tacha de más conformistas. -Es otro cliché, hasta te diría que es una de las técnicas más claras de paternalismo que existen en nuestra sociedad y quien afirma esto no conoce nuestra sociedad, que les diga a los miles y miles de jóvenes que semana tras semanas van a los ‘caus’ y ‘esplais’ de su barrio de su pueblo y de la transformación local intentan hacer una transformación global. Hoy en día uno de cada tres jóvenes forma parte de una entidad. Es una cifra que rompe con este concepto de que la juventud no participa y es conformista o individualista. 

-¿Os interesa la política? -No estoy de acuerdo con quien dice que no nos interesa, creo que al contrario, somos más políticos, pero diferenciamos política igual a partidos. Para nosotros política es igual a propuestas, a ideas, a desarrollar, a mejorar, a transformar nuestro entorno, nuestro barrio, nuestro pueblo.  La juventud ahora se está movilizando más que hace un tiempo, estamos creando una nueva manera de participar y transformar. La política no es lo que se hace en el Parlament, es lo que se hace día a día para transformar tu entorno y creo que la juventud actual tiene mucha fuerza en este sentido.

-O sea, nada de generación perdida. -Todo lo contrario.