POLÉMICA EN TORNO A LA DIRIGENTE DEL PP

Tormenta política por el supuesto falso máster de Cifuentes

El Periódico

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Con el recuerdo aún fresco de la tensa sesión en torno a la presunta corrupción del PP a la que se enfrentó el martes, Cristina Cifuentes se despertó este miércoles con una noticia que podría enturbiar su futuro político, más que los informes de la Guardia Civil que ponían en duda su papel en una adjudicación y por los que no fue imputada. La expresidenta de la Comunidad de Madrid obtuvo, según publicó 'Eldiario.es', el título de un máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) con notas falsificadas, lo que destapó una auténtica tormenta política, que el rector del centro trató de capear saliendo a apoyar a la dirigente del PP, tras lo que esta defendió la "legalidad" de su título y aseguró que no piensa dimitir.

Tanto Ciudadanos, socio de los populares en la comunidad, como PSOE y Podemos le exigieron que comparezca para dar explicaciones inmediatas. El presidente del partido naranja, Albert Rivera, subrayó que la falsificación del currículum no solo incumple el pacto de investidura entre el PP y su partido -es uno de los puntos del acuerdo-, sino que además puede acarrear un delito penal.

Cifuentes se mantuvo oculta hasta las diez de la noche, cuando concedió una entrevista a Onda Cero, poco después de emitir un comunicado. La primera reacción vino de su mano derecha en el Gobierno regional, Ángel Garrido, que señaló que la dirigente había pedido toda la información sobre su expediente académico para que todo quedara "aclarado".

"Una mala transcripción"

En torno a la una y media de la tarde, el rector y varios profesores de la universidad, donde Cifuentes cursó el máster sobre derecho público autonómico, en el curso 2011-2012, reconocieron que se cambió la nota de "no presentado" a "notable" en dos asignaturas, pero salvaron la cara a la presidenta al apuntar a un fallo por una "mala transcripción". El rector, Javier Ramos, fue tajante: "No existe irregularidad alguna". Según su versión, en las dos asignaturas en cuestión -una de ellas, el trabajo de fin de carrera-, Cifuentes obtuvo la misma nota: 7,5 puntos. Pero debido a una "mala transcripción" en la introducción de estos resultados, en la plataforma informática quedó registrado que Cifuentes no se presentó.

Dos años después, en el 2014, la dirigente solicitó el título obtenido y, según la versión de la universidad, es cuando se detectó el fallo. "Se contactó con los profesores y se vio que obtuvo una calificación de 7,5 puntos", explicaron los responsables de la URJC.

Otras sospechas sobre el centro

La versión de cualquier universidad pública en favor de un alumno cuestionado debería disipar las sombras de sospecha. Sin embargo, la URJC ha sido puesta en cuestión en varias ocasiones por sus vínculos con numerosos altos cargos del PP. Además, el anterior rector, Fernando Suárez, se vio obligado a dimitir tras publicarse un largo historial de plagios. 

En este contexto, el podemista Íñigo Errejón, previsible competidor electoral de Cifuentes en las autonómicas del año que viene, insistió en que hay "demasiadas lagunas" y "contradicciones". Desde el PSOE, su portavoz y alcalde de ValladolidÓscar Puente, criticó a través de Twitter que haya sido la universidad la que ha comparecido para "tapar las vergüenzas" de la presidenta de Madrid. 

El comunicado que difundió la presidencia de la Comunidad de Madrid, junto a documentación con la que pretendía desmentir la falsificación, apunta a la "legalidad y transparencia de todo el procedimiento". Entre esa documentación, el acta del tribunal que fecha en el 2 de julio del 2012 el trabajo de evaluación de fin de máster. Sin embargo, 'Eldiario.es' rebatió poco después esos datos con una nueva información, según la que el registro de secretaría revela que la presidenta de la Comunidad pagó las tasas para matricularse por segunda vez en ese trabajo el 5 de noviembre; es decir, cuatro meses después.

La ocultación

Es llamativo que Cifuentes decidiera ocultarse hasta bien entrada la noche, dado que siempre se ha caracterizado por dar la cara y comparecer ante los medios de comunicación. De hecho, cuando se publicaron dos informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, el pasado mayo, que denunciaron su presunta implicación en las supuestas irregularidades en la adjudicación de un contrato a Arturo Fernández, imputado en el caso Púnica, en su etapa de vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, no tardó en salir a la palestra para denunciar un posible "fuego amigo". Y eso que Cifuentes es una de las dirigentes conservadoras situadas en la carrera para suceder a Mariano Rajoy, si es que algún día el presidente del Gobierno decide dar un paso atrás.

En Onda Cero, Cifuentes se declaró indignada ante lo que tachó de "ataque totalmente feroz" por parte de sus adversarios políticos. Y fue tajante al descartar su dimisión: "Si alguien piensa que me va a hacer daño y voy a dar marcha atrás, soy hija de militar y me he criado en la cultura del esfuerzo y de que no retrocedo ni para coger impulso". "Que sigan especulando", retó.