Los nuevos millonarios de la NBA

Timofey Mozgov tuvo el honor de abrir el día 1 de julio el mercado de agentes libres en la NBA. El pívot ruso dejará la plantilla de los Cavaliers para integrar la de los Lakers el próximo año. Nada reseñable para un jugador de la clase media baja de la Liga, que apenas ha promediado 5,8 minutos y 1,2 puntos en los ‘play-off’, si no fuera por las cifras que le llevarán a su nuevo destino: 64 millones de dólares por cuatro temporadas, una media de 16 millones por año, mucho más de lo que cobrará el MVP de la temporada regular, Stephen Curry en los Warriors.

Mucho más impactante resulta aún el acuerdo de los Grizzlies con su base Mike Conley, el número cuatro del draft del 2007, amigo personal de Marc Gasol e hijo del campeón olímpico de triple salto en Barcelona-92, que acaba de garantizarse 153 millones de dólares (137 millones de euros) por cinco temporadas, el acuerdo más alto en la historia de la NBA y que hacen palidecer, por ejemplo, los 90 millones que amasó Michael Jordan durante toda su carrera.

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Los contratos de Conley y Mozgov son, en realidad, una muestra de la tendencia en las negociaciones entre los agentes y las franquicias, que están rompiendo cualquier barrera establecida, situando los nuevos salarios por las nubes. El nuevo acuerdo televisivo ha supuesto para los clubs una lluvia de millones para convencer no solo a estrellas como Kevin Durant, Pau Gasol o Al Horford (llegará a los Celtics por 113 millones). También para repartir entre los secundarios como Evan Fournier (ha renovado por Orlando por 85 millones por cuatro temporadas), que llevan camino de establecerse como una clase media repleta de multimillonarios.

94 MILLONES, LÍMITE SALARIAL

El pacto de Conley, pieza clave de los Grizzlies, el de Bradley Beal, con los Wizards (128 millones por cinco años) o el de Nicolas Batum con los Hornets (120 millones por cinco años) son algunos de esos nuevos contratos, que ya están entre los más altos de la historia. Así podrían ennumerarse hasta una veintena de jugadores que sin tener siquiera la condición de All-Star superarán las cifras de Curry, que firmó su acuerdo en octubre del 2012: 44 millones por cuatro temporadas, cuando el límite salarial estaba situado en los 58 millones de dólares. El nuevo se situará en los 94 millones por plantilla. Es decir: un incremento en apenas cuatro años de 62%.

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Solo en los dos primeros días de agencia libre, las franquicias han comprometido más de 2.300 millones de dólares. Detrás de ese torbellino de millones está el acuerdo de televisión que la NBA firmó con las cadenas ESPN, ABC (cadenas participadas en su mayoría por Disney) y TNT (propiedad de Turner) hace unos meses por 24.000 millones de dólares por nueve años, desde 2016 hasta el 2025, cifras que doblan los ingresos de la liga y que, por convenio, deben revertir, en un reparto del 50-50, en los salarios de los jugadores.

GASOL, PIEZA CODICIADA

Entre los grandes beneficiados por esa onda expansiva estará sin duda Pau Gasol, que se ha declarado agente libre, aunque dejando la puerta abierta todas las opciones, incluso seguir en Chicago, y que ya ha tenido contactos con algunas de las franquicias más potentes como los Spurs, Raptors y Blazers, a los que se han unido también los Timberwolves de Ricky Rubio.

El pívot barcelonés, que está concentrado con la selección, espera resolver su futuro en un par de semanas y admite que valorará tanto la apuesta deportiva como la oferta económica para escoger destino. “Son dos aspectos importantes, prioritarios. Igual que la calidad de vida”, cuenta Gasol, que pueda aspirar, sin problema a un acuerdo cercano a los 14 millones anuales, doblando casi los 7,5 millones de los Bulls de la pasada temporada.