CUMBRE DECISIVA EN BRUSELAS

Europa decide su futuro

Manifestantes acampados ante la sede del BCE, en Fráncfort.

Manifestantes acampados ante la sede del BCE, en Fráncfort.

ELISEO OLIVERAS

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Europa se juega hoy su futuro en una cumbre clave en Bruselas, que constituye la continuación de la celebrada el pasado domingo. Los líderes de la zona euro deben aprobar el reforzamiento del fondo de rescate para que sea capaz de hacer frente a cualquier eventualidad, un nuevo plan global de salvamento de Grecia y la recapitalización de los grandes bancos europeos. Además, los gobiernos de la eurozona, en especial Italia, deberán demostrar que están adoptando todos los ajustes y reformas necesarias para sanear sus cuentas públicas e incrementar su capacidad de crecimiento económico.

Estas decisiones son esenciales para acabar con los ataques especulativos de los mercados financieros, resolver la persistente crisis de la deuda pública de la eurozona y evitar que las incertidumbres financieras europeas se contagien al resto de la economía mundial. Si los líderes de la eurozona no logran unos acuerdos claros y ambiciosos, la crisis se agravará y existe el peligro de que precipite una nueva recesión, cuando la mayoría de los países aún no se ha recuperado de la anterior.

Las reuniones comenzarán con una cumbre informal de la Unión Europea (UE) a Veintisiete a las 6 de la tarde, forzada por los estados que no forman parte de la moneda común, que consideran que se les margina de decisiones que también tienen impacto en sus economías. El presidente de la UE y de la eurozona, Herman van Rompuy, informará a estos países de las propuestas que discutirán a continuación por la noche los líderes de los 17 países de la Unión Económica y Monetaria.

La discusión sobre los temas de la agenda está bastante avanzada, pero sólo existe ya un acuerdo claro en la recapitalización de los grandes bancos europeos que tengan unos recursos propios (capital y reservas) inferiores al 9% de sus activos, una vez valorada la deuda pública de su cartera a precios de mercado. La absorción de las pérdidas por la inversión en deuda griega de esas entidades ascenderá a unos 100.000 millones de euros.

Algunos expertos estiman que esa medida no resolverá las dudas que pesan sobre la banca, porque el problema real no es la deuda pública, sino los cientos de miles de millones invertidos en productos financieros opacos de valor dudoso que lastran las entidades. Dexia, por ejemplo, que tuvo que ser rescatado de la quiebra hace pocos días, no hubiera necesitado recapitalizarse.

MANDATO DEL BUNDESTAG / La cancillera alemana, Angela Merkel, llegará a la cumbre con un mandato del Bundestag para negociar un reforzamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera que preserve la independencia del Banco Central Europeo (BCE) y la prohibición de que pueda comprar emisiones nuevas de deuda pública de los estados.

Ese mandato, pactado ayer con los líderes parlamentarios alemanes, respalda el planteamiento que Merkel impuso ya el domingo de reforzar la capacidad de actuación del fondo de rescate mediante el aval parcial de las nuevas emisiones de deuda de los países acosados por la especulación, como España e Italia. Esta medida permitiría multiplicar la capacidad de actuación del fondo de sus actuales 440.000 millones de euros a más de un billón.

Merkel, para evitar más aportaciones de los estados, apoyará también la posibilidad de crear una especie de agencia financiera o de fondo especial, vinculado al fondo de rescate europeo, que pueda intervenir en el mercado de deuda pública. Este fondo o agencia estaría abierto a la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de fondos privados y públicos de países como China, Rusia y los estados petrolíferos.

DEUDA GRIEGA / Los líderes deben pactar también hoy el quebranto que exigirán a la banca y a los inversores privados en su cartera de deuda griega y la aportación financiera europea al nuevo plan de rescate griego. Merkel, con apoyo de Holanda, Finlandia y Austria, defiende que la banca asuma una pérdida del 60%. Francia, España e Italia quieren que sea un porcentaje más bajo para limitar el impacto negativo en las cuentas de los bancos franceses y en la cotización de la deuda pública española e italiana.

El informe de los expertos de la UE y el FMI sobre Grecia señala que es necesario que la banca asuma un quebranto del 60% para que la deuda pública griega pueda situarse por debajo de un nivel sostenible del 110% del producto interior bruto (PIB) en el 2020 frente al 162% actual. El informe indica también que si el quebranto de la banca es menor, la UE y el FMI deberán aportar más fondos al rescate de Grecia por encima de los 109.000 millones acordados en la cumbre de julio.