VISITA A UN CENTRO DE RECLUSIÓN EN CISJORDANIA

Una cárcel para niños

Ojos vendados 8 Un grupo de prisioneros palestinos, transportados en un camión del Ejército israelí.

Ojos vendados 8 Un grupo de prisioneros palestinos, transportados en un camión del Ejército israelí.

ANA ALBA
OFER

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Muhammad, Ibrahim, Rami y Alaa tienen 15 años. Sonpalestinos de Yatta, Beituniya y Hebrón (Cisjordania). Están sentados en una pequeña aula abarrotada de la prisión de Ofer, la únicacárcelisraelíen territorio palestino. Ven dibujos de los pitufos en la tele. Solo Rami sabe por qué está encerrado: «Los israelís dicen que tiré piedras, pero no es verdad», asegura en una rápida conversación con este diario, que entró en Ofer en una insólita visita de la prensa extranjera organizada por el Gobierno israelí.

Los otros tres chicos, que llevan entre uno y dos meses en la cárcel, dicen que nadie les ha informado de qué se les acusa. Ibrahim explica que lo arrestaron soldados israelís cuando caminaba por su pueblo. Rami se queja de que en 45 días no ha visto a sus padres. «Quiero volver a casa y estar con mi madre, aún no he podido hablar con ella». A su lado, otro chico muestra en sus muñecas las marcas de las bridas con que lo esposaron.

Losmenoresisraelís acusados de delitos son juzgados por la justicia civil, pero los palestinos lo son portribunales militaresporque en los territorios palestinos ocupados porIsraelimpera la ley marcial. A partir de los 12 años, los adolescentes tienen responsabilidad penal. Se los encarcela en alas diferentes de los adultos, pero en las mismas prisiones. En Ofer, unos largos pasillos con alambradas separan a unos de otros. Los pequeños comen un menú distinto, tienen una mesa de tenis de mesa para jugar, clases de árabe, hebreo y matemáticas, un educador social y supervisores -presos adultos-.

Tras los gruesos barrotes del ala de menores de Ofer hay 100 chavales, según el director de la cárcel, Shalom Yaakov. Muchos están bajo detención administrativa -sin cargos conocidos y sin juicio- y podrían pasarse así meses o años, aunque en el caso de menores suele ser meses. Los juzgan en el tribunal militar de Ofer, centro de detención donde los presos esperan juicio y sentencia.

Los adolescentes culpables delanzar piedraspodrían ser condenados a 20 años de cárcel. «Aunque sean menores, lo que han hecho es muy grave. Tirar piedras puede causar muertes», señala Yifat Raveh, del Ministerio de Justicia israelí. En ocasiones, piedras lanzadas contra coches de colonos han causado la muerte incluso a niños, aunque la mayoría de arrestos de menores son por tirar piedras a soldados o vehículos militares. Diversas oenegés denuncian que el Ejército israelí arresta a menores sin pruebas.

Violencia y maltratos

El Servicio de Prisiones indica que hay 241 presos menores en cárceles israelís, «de los que 49 son delincuentes comunes y el resto presos de seguridad», como se denomina a los reclusos palestinos, considerados presos políticos en Palestina. La asociación de apoyo a presos Addameer, sin embargo, asegura que los niños palestinos encarcelados son 235, 31 de ellos de entre 12 y 15 años. Por Ofer pasan muchos, aunque Yaakov y Raveh subrayan que los menores de 14 «están aquí solo unos días, se los pone en libertad bajo fianza».

Israel arresta cada año a unos 700 menores palestinos. Según Raveh, «todos tienen derecho a un abogado y a ver a su familia», pero ellos se quejan de que no ven a sus padres . muchos denuncian abusos y maltratos en los interrogatorios de los que se hacen eco oenegés israelís como B'Tselem y la Asociación de Derechos Civiles de Israel (ACRI).

La oenegé Save the Children subraya que «el 98% ha sufrido algún tipo de violencia verbal o física». Algunos niños se quejan de que les han pegado, de privación de sueño, duchas de agua fría, aislamiento en celdas y amenazas de torturas. También dicen que les han obligado a firmar papeles en hebreo que no entendían, a menudo confesiones de delitos. El Servicio de Prisiones niega estas acusaciones.