Los ecologistas ganan la presidencia de Austria a la ultraderecha en el último momento

El futuro presidente austriaco, el ecologista Alexander Van der Bellen celebra su victoria.

El futuro presidente austriaco, el ecologista Alexander Van der Bellen celebra su victoria. / CB FW LB

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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Sorpresa en Austria. Tras la jornada electoral del domingo, en la que el xenófobo y euroescéptico Partido por la Libertad (FPÖ) consiguió ganar por la mínima las elecciones presidenciales, los ecologistas han conseguido este lunes lo imposible y han dado la vuelta al resultado, hasta obtener una de las victorias más importantes de su historia. Así, el independiente Alexander van der Bellen, que ha obtenido el 50,3% de los votos frente al 49,7% de su contricante, se convertirá en el nuevo jefe del Estado del país transalpino gracias al recuento de los votos emitidos por los ciudadanos austriacos que viven en el exterior.

Según los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, el candidato independiente presentado bajo el paraguas de Los Verdes ha obtenido 2.254.484 votos mientras que el Norbert Hofer se ha hecho con un total de 2.223.458 papeletas. "Estoy triste por la derrota pero gracias por vuestro fantástico apoyo", ha remarcado el candidato populista en su página de Facebook. En uno de los márgenes electorales más estrechos que se recuerdan en la historia moderna de Austria, los ecologistas han conseguido la victoria con por solo 31.026 votos de los más de 4,6 millones de los sufragios emitidos. Eso supone un 0,6% de margen.

La victoria de los ecologistas supone un hito insólito para la formación verde, que obtendrá la presidencia del país por primera vez en sus 30 años de existencia. A pesar de que la figura del presidente tiene un papel más bien simbólico y de representación, Van der Bellen también tendrá el poder de convocar elecciones, disolver el Parlamento, además de ser  el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas austríacas.

Jornada tensa

Este domingo Austria vivió uno de los días políticos más tensos  que se recuerdan en el país en los úlitmos años. Al caer la tarde los sondeos decían a que el candidato populista Norbert Hofer se apuntaba el triunfo de su formación con el 51,9% de los votos directos frente al 49,7% de su opositor.

Un poco más tarde, los centros demoscópicos añadían que el voto extranjero, que representa casi el 10% del total con más de 700.000 papeletas, sería clave para determinar el rumbo político del país. Así pues, Austria se iba a una agónica prórroga que se ha decidido la tarde del lunes por la mínima. En la primera ronda de las elecciones, el candidato populista obtuvo el 36% de los votos frente al 20,4% del ecologista.

LA ULTRADERECHA SIGUE SU CAMINO

Tras conocerse los resultado, Hofer ha comparecido ante sus feligreses para aceptar la derrota. "No debéis estar abatidos. Esta campaña no es un fracaso, sino una inversión en el futuro", ha remarcado en su mensaje.

Así pues, el populismo austriaco no se da por vencido. El director de campaña del FPÖ ha asegurado que la formación estudiará impugnar los resultados. Otros partidos de la ultraderecha europea como el Frente Nacional Francés han felicitado a sus aliados en Austria por los resultados obtenidos y han asegurado que "el futuro es nuestro" en otro claro mensaje de seguir comabtiendo al 'establishment' político para alzarse como una alternativa real al poder en todo el continente.

El giro de guión firmado por el voto exterior supone a la vez un duro golpe para la ultraderecha, que ya se veía en la jefatura del Estado.Pero a pesar de eso, la formación xenófoba sigue contando con un amplio apoyo popular. Las elecciones presidenciales tienen un carácter muy distinto a las parlamentarias, donde la ultraderecha ostenta mucho más poder y potencial que sus rivales ecosocialistas.

CAMBIO DEL PANORAMA POLÍTICO

Las elecciones presidenciales también han servido para evidenciar el hundimiento de los partidos tradicionales en Austria, un caso que ilustra la constante pérdida de peso de las hegemónicas formaciones socialdemócratas (SPÖ) y democristianas (ÖVP) que también tiene su eco en Europa.

Por ello, las elecciones en Austria han suscitado un gran interés en toda el continente, donde los dirigentes de los partidos tradicionales de derechas e izquierdas han expresado su precupación por el auge del populismo ultra. La sensación de alivio ha sido especialmente notoria en Francia, donde todas las encuestas auguran que líder Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, pasará a la segunda vuelta en las elecciones presidenciales del 2017.