CONFLICTO EN ORIENTE PRÓXIMO

Trump ante Netanyahu: "Hemos sacado Jerusalén de la mesa de negociación"

Los líderes de EEUU e Israel se reúnen por primera vez desde que se anunciara el traslado de la embajada estadounidense a la Ciudad Santa

Trump y Netanyahu, con sus respectivas esposas, este lunes 5 de marzo en Washington.

Trump y Netanyahu, con sus respectivas esposas, este lunes 5 de marzo en Washington. / periodico

Ricardo Mir de Francia / Washington

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Cualquiera que conozca un poco la historia del conflicto entre israelís y palestinos sabe que nunca se alcanzará un acuerdo político a menos que se encuentre una fórmula para compartir la soberanía de Jerusalén. Las diferencias sobre su estatus son uno de los motivos por los que fracasaron las numerosas negociaciones del último cuarto de siglo. Pero Donald Trump cree haber dado con la fórmula mágica para que la Ciudad Santa deje de ser un escollo. Es la capital de Israel y asunto cerrado, según se desprende de la primera reunión que ha mantenido con Binyamin Netanyahu en la Casa Blanca desde que anunciara el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén. "El principal problema al que todos se enfrentaron y nadie pudo solventar fue Jerusalén. Nosotros lo hemos sacado de la mesa de negociación. Esto nos da una verdadera oportunidad para la paz", ha dicho Trump.  

Las palabras del presidente de EEUU están llamadas a acrecentar el pesimismo que reina en la región por el alineamiento incondicional de la Casa Blanca con los halcones que gobiernan en Israel y que hablan ya abiertamente de anexionarse parte de la Cisjordania ocupada palestina. Trump le ha dado a Netanyahu la embajada sin ninguna concesión tangible a cambio, arruinando de antemano las pocas posibilidades que existían para poner en marcha un proceso de negociación creíble. Y lo ha hecho incluso antes de presentar el plan que prepara desde hace más de un año su yerno, Jared Kushner. La propuesta tiene supuestamente tal sesgo prosraelí que los palestinos ya la han rechazado antes de que se haga pública. El plan llevará "a la creación de un Estado con dos sistemas, legitimando así el 'apartheid' y los asentamientos de acuerdo con el criterio estadounidense", dijo la semana pasada el negociador palestino, Saeb Erekat.

La inauguración

A Trump no parece quitarle el sueño. "Yo creo que los palestinos están locos por volver a la mesa de negociación. Si no lo hacen, no habrá paz, entra dentro de lo posible", ha dicho el presidente de EEUU antes de afirmar que no descarta asistir el próximo mes de mayo a la inauguración de la embajada. Netanyahu le ha agradecido su "gran regalo" diciendo que Trump será recordado "eternamente" por el pueblo judío junto a otras figuras históricas como Ciro el Grande, Lord Balfour o Harry Truman, el primer presidente en reconocer al naciente Estado de Israel en 1948.

Pero más allá de los agradecimientos, Netanyahu ha venido a lo suyo, a hablar de Irán, un país que ha visto reforzada su ascendencia geopolítica en el vecindario de Israel con su intervención en la guerra siria. "Tenemos que frenar a Irán", ha dicho el dirigente conservador antes de denunciar las "agresiones" del Estado persa, "sus aspiraciones nucleares y sus agresivas acciones en Oriente Próximo". En Washington se vuelve a hablar de los renovados intentos de Israel para arrastrar a EEUU a una confrontación con Irán. Lo dijo hace unos días Lawrence Wilkinson, exjefe de gabinete de Colin Powell, y con otras palabras lo ha dicho también el senador Lindsey Graham: "Si no damos con una estrategia contra Irán, haremos que Israel vaya a la guerra muy pronto".

Tanto Trump como Netanyahu son líderes en apuros. Ambos tienen problemas con la justicia en sus respectivos países. Al primero le ronda la trama rusa, y el segundo está siendo investigado en tres casos distintos por corrupción. Netanyahu asistirá mañana a la conferencia del AIPAC, el gran lobi proisraelí en Washington.