INMIGRACIÓN EN CAMPAÑA

Trump recrudece la politización de la inmigración y envía 5.200 militares a la frontera con México

Inmigrantes hondureños en un camión que circula por México rumbo a EEUU.

Inmigrantes hondureños en un camión que circula por México rumbo a EEUU. / periodico

Idoya Noain

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La última semana ha demostrado la peligrosa e incluso letal influencia de la retórica incendiaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Suben las voces que le reclaman moderación, pasos para minimizar la polarización. A ocho días de las elecciones legislativas, con el presidente empeñado en movilizar a las bases republicanas usando la inmigración como una de sus principales armas, es utopía.

Este lunes, con el país aún de luto por la matanza en una sinagoga de Pittsburgh cuyo responsable había expresado no solo posiciones antisemitas sino también contra los inmigrantes, Trump ha resucitado los ataques a la caravana de centroamericanos, principalmente hondureños, que entró el día 21 en México y avanza lentamente hacia la frontera con EEUU. En un tuit matutino Trump ha vuelto a hablar de “invasión”, el mismo término que usó el asesino de Pittsburgh. Y ha advertido a los migrantes: “el Ejército les está esperando”.

Horas después el Pentágono ha anunciado el envío de 5.200 militares en activo a la frontera, un despliegue que se ha iniciado ya en Texas y que luego seguirá en Arizona y California. Forma parte de una operación bautizada “Patriota Fiel”, en la que los militares desempeñarán en principio labores de apoyo a los efectivos de la Patrulla Fronteriza y al Departamento de Seguridad Nacional.

Más tropas que en Siria e Irak

Tras el envío de más de 2.000 miembros de la Guardia Nacional a la frontera en primavera, el nuevo contigente eleva la presencia militar de EEUU en su frontera sur por encima del despliegue que Washington tiene en Irak, donde cerca de 5.000 soldados combaten al Estado Islámico, y en Siria.

El paso tiene un claro componente electoral para Trump, algo tan obvio que hasta lo ha denunciado un presentador de la conservadora cadena Fox News, Shepard Smith, que en antena ha declarado que "no hay invasión y no hay nada que temer en absoluto".

Los centroamericanos que entraron desde Guatemala el día 21 han recorrido escasos 350 kilómetros en México en ocho días. Por la vía más corta están a unos 1.500 kilómetros de la frontera con EEUU. Por la más larga, a 3.500. Tardarán varias semanas y hasta más de un mes en llegar. En ningún caso podría ser antes de las legislativas.

Conforme el éxodo avanza, además, el número de los integrantes de la caravana se va mermando. De los cerca de 7.000 que se calcula que empezaron quedan escasos 3.000. Cerca de 2.000, según las autoridades mexicanas, han pedido asilo en ese país. Las duras condiciones del viaje siguen llevando a algunos a tirar la toalla y solo este lunes 80 pidieron el retorno voluntario en San Pedro Tapanatepec y no realizaron el siguiente tramo hasta Santiago Niltepec. Y la tendencia es similar a la de la caravana de abril, cuando de los 1.500 integrantes solo 400 alcanzaron la frontera.

Aunque se han organizado después dos caravanas más, otra desde Honduras con cerca de 2.000 personas y otra de unas 800 desde El Salvador, las autoridades mexicanas y guatemaltecas siguen colaborando en el freno de los migrantes. El domingo hubo enfrentamientos en Tecún Umán entre la policía y los centroamericanos que intentaban cruzar a México y en ellos murió un joven hondureño de 26 años alcanzado por pelotas de goma.