SENTENCIA HISTÓRICA

El Tribunal Supremo de Kenia anula los resultados de las presidenciales

Los comicios, de los que la oposición había denunciado serias irregularidades, deberán repetirse en los próximos 60 días

Candidatos Un grupo de kenianos, junto a un local con la fachada cubierta de carteles electorales, ayer, en una favela de Nairobi.

Candidatos Un grupo de kenianos, junto a un local con la fachada cubierta de carteles electorales, ayer, en una favela de Nairobi.

Javier Triana / Nairobi

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Veredicto sin precedentes en toda África: el Tribunal Supremo de Kenia ha anulado los resultados de las elecciones presidenciales que se celebraron el pasado 8 de agosto y en las que el actual jefe de Estado, Uhuru Kenyatta, fue declarado vencedor por la Comisión Electoral. El presidente del Tribunal Supremo, David Maraga, ha considerado que los recientes comicios para el cargo más importante del país “no se llevaron a cabo de acuerdo con la Constitución y la legislación vigente". "Los resultados son, por tanto, inválidos y nulos”, ha agregado.

A la lectura de la sentencia, Maraga ha destacado que “las elecciones no son un acontecimiento, sino un proceso” y que tras considerar todas las pruebas presentadas por la coalición opositora, la Súper Alianza Nacional (NASA), la mayoría de los magistrados del Tribunal concluyó que el proceso no satisfizo los estándares constitucionales. Por tanto, tocará repetir las elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.

Esta decisión supone una mínima victoria para el líder opositor, Raila Odinga, de la tribu lúo, y a quien se le había vuelto a escapar la presidencia por tercera vez consecutiva, siempre frente a adversarios de la tribu mayoritaria de Kenia, la kikuyu, a la que pertenecen la familia Kenyatta y el expresidente Mwai Kibaki.

“Es un día histórico para Kenia y, por extensión, para África”, ha celebrado Odinga. Asimismo, el veterano opositor pidió que se juzgue a los líderes de la Comisión Electoral, a quienes ha señalado por cometer “un acto criminal”.

El mes pasado, Odinga había acusado a la Comisión Electoral de fraude en el recuento de votos a través de un supuesto pirateo del sistema informático. Por su parte, los observadores habían dado el visto bueno al proceso en su informe preliminar.

Administración tribalista

Los seguidores de Odinga, frustrados con el constante abandono de unas administraciones que funcionan de manera tribalista, salieron a las calles de Nairobi y del bastión opositor de Kisumu, entre otros lugares, a celebrar esta sentencia, que les hace pensar que la victoria de la NASA en los próximos comicios es segura. “Estoy muy contenta. Se me ha relajado todo el cuerpo al conocer la noticia. En las próximas elecciones vamos a ganar seguro”, ha comentado a EL PERIÓDICO Grace, una frutera de un barrio acomodado de la capital keniana y partidaria de Odinga.

Por su parte, Kenyatta, actual presidente, el hombre más rico del país, eximputado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad e hijo del considerado padre de la patria, ha encajado el revés con elegancia. “Es importante respetar el imperio de la ley, incluso si no estás de acuerdo con la decisión del Tribunal Supremo”, ha dicho Kenyatta en un discurso televisado en el que ha pedido a los kenianos, y en particular a sus seguidores, “ser un pueblo pacífico”. En los disturbios que siguieron a las elecciones de agosto, al menos 24 personas perdieron la vida, la mayoría a manos de la policía.

Desconfianza en el sistema

Malabarismo político de la oposición keniana, que durante la campaña electoral había lanzado repetidos mensajes de desconfianza hacia la Comisión Electoral y el sistema judicial. De hecho, minutos antes de anunciarse el vencedor de los comicios de agosto, la NASA, dando por hecho un fraude generalizado, descartó incluso recurrir a la vía jurídica para protestar por los resultados cuando las cifras parciales ya daban la victoria a Odinga. Ahora, han acatado con gusto la polémica sentencia tras recurrir finalmente a la justicia.