LA INVESTIGACIÓN

El tercer terrorista de Londres había sido interceptado en Bolonia al intentar viajar a Siria

Las autoridades italianas mantuvieron informadas a las británicas de sus movimientos pero Scotland Yard no lo consideró "un sujeto de interés"

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El tercer terrorista responsable del atentado del pasado sábado en Londres ha sido identificado como Youssef Zaghba, de 22 años, y era hijo de padre marroquí y madre italiana, según ha anunciado este martes la policía británica.

Zaghba, nacido en Fez en 1995 y de nacionalidad italiana, fue interceptado por las fuerzas de seguridad en el aeropuerto de Bolonia el 15 de marzo de 2016 bajo la sospecha de que iba a viajar a Siria, a través de Turquía, para combatir en las filas del Estado Islámico. El sospechoso llevaba únicamente una mochila y un billete solo de ida a Estambul. Había dicho a su madre que iba a Roma y se puso muy nervioso cuando fue interceptado y se le requisó el teléfono móvil y el pasaporte. Según el rotativo italiano ‘Corriere de la Sera’, el teléfono contenía un vídeo con imágenes de carácter religioso, pero nada significativo en términos de yihadismo.

Las autoridades italianas le imputaron inicialmente un delito de terrorismo internacional pero después le retiraron los cargos por falta de pruebas. En cualquier caso, le mantuvieron clasificado como una persona “de riesgo” e informaron a las autoridades británicas de sus movimientos, dado que Zaghba vivía en el este de Londres. Sin embargo, la nota oficial que Londres ha hecho pública este martes revelando la identidad de Zaghba asegura que “no era un sujeto de interés para la policía o el MI5 (el servicio secreto interior)”.

Los padres de Zaghba vivían en Marruecos pero se separaron y la madre se fue a vivir a Bolonia, en su Italia natal.

También se conocen algunos detalles sobre los otros dos terroristas que perpetraron el atentado y que, al igual que Zaghba, fueron abatidos por la policía. El lunes fueron identificados como Khuram Butt, británico de 27 años nacido en Pakistán, y Rachid Redouane, de 30 años, un chef de pastelería de ascendencia marroquí y libia. Ambos vivían en Barking, un suburbio multiétnico del este de Londres.

TRABAJADOR DEL METRO

Butt, que aunque nació en Pakistán se crió en el Reino Unido, había sido investigado por la policía británica y por el MI5 en el verano de 2015 por su comportamiento sospechoso que motivó algunas denuncias. Un hombre había llamado a la ‘línea roja’ telefónica de antiterrorismo y una mujer se presentó en una comisaría de policía porque temía que Butt intentara radicalizar a sus hijos. No obstante, la policía ha señalado ahora que no existía ningún indicio de que se estuviera planeando un atentado como el del pasado sábado y que, por tanto, se había dado a la investigación la “prioridad adecuada”.

La compañía de transportes de la capital británica ha confirmado que en 2016, Butt trabajó durante seis meses con un contrato de aprendiz en el servicio de atención al cliente del metro de Londres. Un colega señaló que su puesto de trabajo estaba basado en la estación de London Bridge (justo en la zona donde se produjo el atentado) y que había realizado también prácticas en las estaciones de Westminster y Canada Water. Butt trabajó también como administrativo en Auriga Holdings, una empresa que gestiona la cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken.

El mismo Butt apareció en un documental del Canal 4 de la televisión británica titulado ‘The jihadis next door’ (“los yihadistas al lado de casa”) que trataba de los extremistas islámicos relacionados a Anjem Choudary, encarcelado el año pasado por incitar al apoyo al Estado Islámico. Butt estaba vinculado a Al Muhajiroun, el grupo extremista liderado por Choudary que fue ilegalizado. En el citado documental, Butt aparece discutiendo con policías en plena calle.

EL PASTELERO

El pastelero Rachid Redouane, en cambio, era un perfecto desconocido para la policía y los servicios secretos. Algunas fuentes en Dublín señalaron que en el momento del atentado llevaba un carnet de identidad emitido por Irlanda, algo que se descubrió tras ser abatido, según la agencia Press Association. Pero el aún primer ministro irlandés, Enda Kenny, afirmó que no pertenecía a un “pequeño grupo” que estaba bajo la lupa de la policía irlandesa que vigila la radicalización.

La prioridad de la investigación, a cargo de la unidad de contraterrorismo de Scotland Yard, se centra ahora en determinar si alguien más estuvo involucrado en el atentado del sábado, ya que se sospecha que hubo al menos otro cómplice. En el marco de esta investigación, la policía ha detenido este martes en Barking a un hombre de 27 años, al que se le ha aplicado la ley antiterrorista. El pasado lunes fueron liberadas sin cargos 12 personas detenidas anteriormente en el marco de la investigación.