NORTE DE ÁFRICA

Tensión diplomática entre Marruecos y Argelia por acusaciones de tráfico de drogas

Mohamed VI (derecha) en la última cumbre africana de Adís Abeba.

Mohamed VI (derecha) en la última cumbre africana de Adís Abeba.

Beatriz Mesa

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Marruecos y Argelia se enzarzan en una pelea diplomática sin precedentes después de que el ministro de asuntos exteriores argelino, Abdelkader Mesahel, durante una intervención en el foro de jefes de empresa de su país, se refiriera al país vecino como suministrador de hachís para el resto del continente africano y acusara directamente a los bancos marroquíes de « reciclar el dinero de hachís». Además, el ministro argelino insinuó que la compañía aérea marroquí que opera en países africanos también participa en la economía paralela al afirmar que "transporta algo más que viajeros". 

Unas declaraciones durísimas contra el Estado marroquí que, después de una larga ofensiva diplomática, política y religiosa, que significó numerosos viajes oficiales del Rey, Mohamed VI, por el continente africano, consiguió reintegrar el pasado mes de enero la Unión Africana. Lo hizo tres décadas después de que abandonara esta institución como señal de protesta contra la admisión de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con la que está enfrentada por el conflicto del Sáhara Occidental. 

Desde que Marruecos se convirtió en estado miembro de la UA, ambos países atraviesan por su fase más tensa de las relaciones bilaterales con un punto de inflexión marcado ayer por el ministro argelino de Asuntos Exteriores al arrojar luz sobre la producción de hachís en Marruecos. Este país es el principal productor mundial de cannabis y desde donde se distribuye a toda la región, incluido Argelia, uno de los países claves de tránsito de la región del Sahel y de consumo de este producto ilícito. 

Rabat no se lo ha pensando dos veces y ha llamado a consultas al embajador argelino en la capital de reino alauí, al tiempo de calificar las declaraciones del ministro argelino de « irresponsables y hasta infantiles ». Según los responsable de Exterior marroquí, las acusaciones argelinas son mentiras y no pueden justificar el fracaso de un país hundido en problemas económicos políticos y sociales. En Argelia, la falta de oportunidades laborales y educativas condena a millones de jóvenes a la economía informal.