50º ANIVERSARIO DE UN MAGNICIDIO

El telegénico Kennedy

JFK fue el primer presidente que supo explotar con habilidad el medio televisivo

En campaña 8 Kennedy (izquierda) y Nixon en uno de los cuatro debates electorales televisados en 1960.

En campaña 8 Kennedy (izquierda) y Nixon en uno de los cuatro debates electorales televisados en 1960.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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El 12 de noviembre de 1960, cuatro días después de ser elegido presidente de Estados Unidos por un ajustado margen de votos, John F. Kennedy señaló el elemento clave de la victoria. «Más que cualquier otra cosa -dijo- fue la televisión lo que cambió el curso».

No exageraba. Historiadores y analistas del medio y de las campañas políticas siempre han tenido claro que JFK fue el primer presidente televisivo, el hombre que entendió y supo explotar con maestría la vinculación de la política y la pequeña pantalla.

Franklin Roosevelt había aparecido en televisión en 1939 inaugurando la Feria Mundial; Harry Truman había ofrecido la primera intervención televisada desde la Casa Blanca en 1947 y Dwight Eisenhower se había convertido en el primer ocupante de la Casa Blanca cuya imagen se retransmitió en color. Pero, como decía en CBS el historiador Robert Caro, «Kennedy nació para la televisión». Y ninguno de sus predecesores tuvo la profunda comprensión del medio de JFK, cuyo padre, vinculado a Hollywood, inculcó a sus hijos un sentimiento de comodidad ante las cámaras.

«Impacto revolucionario»

En noviembre de 1959, el propio Kennedy explicó su visión en un artículo para TV Guide«Nada se compara con el impacto revolucionario de la televisión -escribió-. Ha alterado drásticamente la naturaleza de nuestras campañas, las convenciones, las constituyentes, los candidatos y los costes».

Favorecido por un aspecto ideal, él mismo reconocía que la juventud, indudablemente, era un activo «para crear una imagen de televisión que la gente aprecia y, lo más difícil de todo, recuerda». «Aunque el medio se presta a la manipulación, la explotación y los trucos y puede ser abusado por demagogos, apelaciones a la emoción y el prejuicio y la ignorancia, los espectadores -argumentó JFK- son capaces de percibir el engaño, descartar los trucos y premiar la honestidad».

Los debates con Nixon

Su teoría tuvo determinantes expresiones prácticas. Desde que era un joven senador había usado la televisión para darse a conocer, incluyendo una aparición en 1953 en un programa de Edward Murrow junto a su flamante esposa Jacqueline Bouvier Kennedy (volverían a aparecer en el programa poco antes de las elecciones). Fue el primero en abrir su campaña a las cámaras para que se rodara un documental.

Pero el episodio definitivo fueron los cuatro debates televisados en 1960 con Richard Nixon, los primeros de la historia. «Fue el momento más importante», decía en NPR Robert Dallek, historiador presidencial. «Se mostró contenido, agudo, encantador, atractivo... Alguien que merecía ser presidente».

La leyenda, de difícil comprobación, dice que quienes siguieron por televisión los debates dieron como ganador a Kennedy mientras quienes los escucharon por la radio se inclinaron por Nixon. En cualquier caso, el impacto fue tal que los siguientes candidatos mostraron reparos ante tal examen y tuvieron que pasar 16 años para que volvieran, ya para siempre, los cara a cara ante las cámaras.

Política y familia

Durante su presidencia, Kennedy siguió abriendo caminos. Fue el primer presidente que empezó a retransmitir sus ruedas de prensa, superando la interpretación de los periódicos. Para noviembre de 1963 había ofrecido 64 y de media 18 millones de personas se sentaban a verlas. Jackie, además, abrió la Casa Blanca para que se grabara un documental en 1962,

Hasta en su asesinato, Kennedy marcó la historia de la televisión y, tras el magnicidio, por primera vez la nación se unió alrededor de la pequeña pantalla.