la salida de la UE

La suerte de los europeos en el Reino Unido, en el corazón de la negociación

May busca reciprocidad y asegura que los derechos de los ciudadanos británicos y de los comunitarios será una prioridad para ambas partes

Manifestantes contrarios al 'brexit' cerca de Downing Street, en Londres, el 29 de marzo.

Manifestantes contrarios al 'brexit' cerca de Downing Street, en Londres, el 29 de marzo. / periodico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La suerte de los ciudadanos europeos en el Reino Unido se ha convertido en uno de los puntos determinantes del ‘brexit’. Después de que el Gobierno británico fuera acusado de querer utilizar a los europeos como moneda de cambio en las negociaciones, Theresa May declaró este miércoles que asegurar sus derechos será una prioridad para ambas partes en la negociación. “Cuando me siente a la mesa negociadora en los próximos meses”, señaló en la Cámara de los Comunes, “representaré a cada persona en todo el Reino Unido, jóvenes y viejos, ricos y pobres, ciudades grandes y pequeñas, el campo, los pueblos, y las aldeas. Y sí, también a esos nacionales de los países de la Unión Europea que han hecho de este país su hogar”.

Londres busca reciprocidad en el futuro estatus del millón de británicos que viven en los 27 países de la UE. “Queremos recordar que los intereses de todos nuestros ciudadanos estarán en el corazón de nuestras discusiones”, señaló la 'premier' británica en su carta al Consejo Europeo. “Siempre debemos poner a nuestros ciudadanos en primer lugar. Debemos conseguir pronto un acuerdo sobre sus derechos”.

La Confederación de la Industria británica (CBI), que reúne a la gran patronal, hizo saber a May que considera una prioridad asegurar la situación de los ciudadanos europeos que viven en el Reino Unido y de los británicos que trabajan en el continente. El control para la entrada de trabajadores europeos que pretende imponer el Gobierno británico también preocupa a los empresarios de todos los niveles. Sectores como la agricultura, la hostelería o la sanidad dependen de los trabajadores europeos.

En los últimos días el Gobierno parece actuar con mayor cautela cuando habla de restricciones a la inmigración. Las autoridades tienen miedo del impacto que esas limitaciones pueda tener en el sector privado, la economía nacional o los hospitales. A principios de esta semana, el ministro para el ‘brexit’, David Davis, sugirió incluso que en el futuro la inmigración puede incluso aumentar. “Creo que la mayoría de la gente está a favor de la inmigración mientras sea manejable y el objetivo es ese. No puedo imaginar nada que no vaya en el interés nacional, lo que significa que de vez en cuando harán falta más inmigrantes, otras veces menos. Eso irá en el interés de todos de los inmigrantes y de los ciudadanos del Reino Unido", afirmó.

APOYO DE LOS BRITÁNICOS

May pone al Reino Unido rumbo a lo desconocido, pero cuenta con el apoyo de los británicos, que aún no han podido apreciar las consecuencias del ‘brexit’. En un sondeo de YouGov publicado ahora, el 69% de los consultados creen que el 'brexit' debe seguir adelante.

Solo el 21% piensa que el resultado debe ser ignorado o revocado. Un 55% incluso cree que es mejor que no haya acuerdo a aceptar uno que sea malo. Un 48% confía en la capacidad negociadora de May, frente al 39% que en cambio no confía en ella.