GUERRA EN SIRIA

Rusia dice que el gas venenoso procedía de un depósito rebelde dañado en el bombardeo

El Ministerio de Defensa ruso respalda a Asad y rechaza la versión estadounidense de los ataques aéreos en los alrededores de Idleb

Uno de los civiles heridos en el ataque a Khan Sheikhun.

Uno de los civiles heridos en el ataque a Khan Sheikhun. / periodico

MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Rusia ha salido este miércoles en defensa de su aliado, el régimen de Bashar el Asad, y ha ofrecido una versión alternativa de los bombardeos en la región de Idleb, donde un centenar de personas han muerto con síntomas de exposición a gas nervioso en un ataque atribuído a Damasco.

El portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashenkov, ha admitido la existencia de bombardeos llevados a cabo por las Fuerzas Aéreas sirias, en la localidad de Khan Sheikhun, pero ha dado una sorprendente explicación que contradice por completo las tesis de Occidente.

"Ayer (martes) entre las 11.30 de la mañana y las 12.30 de la noche, la aviación siria bombardeó un largo depósito de municiones y una concentración de técnica militar en los alrededores de Khan Sheikhun, al este", ha asegurado el militar en un vídeo difundido por Youtube.    

"MUNICIONES CON ARMAS QUÍMICAS"

"En el recinto de este arsenal había talleres que producían municiones con armas químicas; Desde este gran arsenal, los terroristas enviaban municiones con armas químicas hasta Irak", ha continuado Konashenkov.

"Los síntomas de envenenamiento son los mismos observados en Alepo, en otoño del año pasado", ha concluido. Konashenkov se refería a episodio en el que Moscú acusó a los rebeldes de emplear armas químicas durante la batalla de Alepo.

Todo parece indicar que las declaraciones de Konashenkov constituyen la justificación del veto al que recurrirá la delegación rusa ante el Consejo de Seguridad cuando se discuta en en las próximas horas una resolución de condena al régimen de Damasco en el máximo organismo ante la ONU. 

En septiembre, un convoy humanitario de la ONU fue bombardeado en el norte de Siria, un incidente en el que perecieron una docena de personas.  

Washington acusó a aviones rusos del ataque. Moscú se defendió entonces con diferentes explicaciones: negando cualquier participación en los hechos, proclamando que la caravana iba escortada "por terroristas", e incluso asegurando que esta se había incendiado.

CONDENA DE LA LIGA ÁRABE

El presidente de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, ha calificado este miércoles de “crimen mayor” el bombardeo, que provocó 72 muertos, entre ellos 20 niños. “Atacar a civiles con estos métodos prohibidos está considerado un crimen mayor y un acto bárbaro”, ha afirmado Aboul Gheit en un comunicado.

Los autores del ataque “no escaparán a la justicia, y deben ser castigados por la comunidad internacional según el derecho humanitario internacional”, ha añadido, sin identificar a los responsables. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, lo ha calificado de “horrible”, y ha deplorado que los “crímenes de guerra continúen” cometiéndose en Siria.