TERROR GLOBAL

El mercado navideño de Berlín reabre apesadumbrado

El escenario del atentado retoma su actividad con fuerte presencia policial

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En silencio y con pesadumbre, el mercadillo navideño de Berlín ha vuelto a abrir el jueves, menos de tres días después de la tragedia. El intento de recuperar la normalidad no ha pasado desapercibido aunque no ha llegado a lograrse por completo. Las consecuencias del atentado que el lunes por la noche segó la vida de 12 personas son demasiado evidentes: dos bloques de hormigón flanquean las entradas al mercado para evitar el acceso de cualquier vehículo y, aunque se esfuerzan en pasar desapercibidos, los agentes de policía proliferan por todo el recinto armados hasta los dientes.

Aun así, los berlineses han dejado claro que la mejor forma de hacer frente al terror es volver a la normalidad cuanto antes. La decisión de reabrir el recinto ha sido consensuada con las fuerzas de seguridad, después de que peinaran a conciencia la zona. 

Una sencilla ceremonia en la Gedächtnis-Kirche, la emblemática iglesia evangélicaGedächtnis-Kircheemblemática iglesia evangélica alrededor de la que se reparten las casetas, ha marcado el inicio de una reapertura que ha despertado mucho interés mediático. No ha habido presencia institucional. Tan solo doce velas blancas, una por cada víctima mortal. Muchos de los asistentes al acto religioso se incorporaron al mercado con velas que fueron depositando en distintos puntos del recinto, junto a las flores depositadas en días pasados en recuerdo de las víctimas. Una ver terminado el oficio, sí fue el momento de abrir los puestos de 'Glühwein' -vino caliente especiado- y de salchichas.

"Juntos contra el odio". Así reza un cartel que todavía puede leerse a pocos metros de donde el camión se detuvo, después de recorrer 80 metros  de zona peatonal en los que sembró muerte y dolor. Flores, notas y otros recordatorios se esparcen por la zona. Hay otras frases repartidas: "Amor en lugar de odio".

"ESTO IBA A PASAR"

"Sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano", ha reflexionado Hertha Hillmanndueña de una caseta de vino caliente, para añadir: "En Berlín o en cualquier otro mercadillo del país, porque no hay ciudad en Alemania que no tenga uno". Los mercados de Navidad son una tradición fuertemente implantada en Alemania.

Jenny, de 22 años, una estudiante holandesa de visita en la capital alemana, se ha mostrado sorprendida de que el mercado ya esté abierto con la tragedia todavía tan cerca: "He querido acercarme a ver dónde ocurrió para mostrar nuestro apoyo y respeto a quienes han perdido la vida".

"El ambiente es lúgubre, todo el mundo está en silencio", explica Jan-Philipp Biermannvendedor de hamburguesas y comida asiática en uno de los puestos del mercado. "La vida vuelve a la normalidad pero todos tenemos en la cabeza lo que ha sucedido", reconoce.

La emoción entre los comerciantes es palpable. Con semblante serio, algunos no pueden evitar las lágrimas y, al reencontrarse, se abrazan. 

POCA COORDINACIÓN POLICIAL EUROPEA

Alfred, programador informático de 38 años entre los primeros clientes, pide tiempo para asimilar e investigar los hechos. "Algunos oportunistas responsabilizan a Merkel y hay mucha prisa por saber, pero hay que dar tiempo a que se aclare todo porque aquí parece que no solo han fallado los servicios de serguridad alemanes.Clama al cielo que no hay coordinación entre los distintos estamentos policiales europeos", añade despúes de defender la gestión migratoria de la cancillera, duramente criticada tras el atentado reivindicado por el Estado Islámico y presuntamente perpetrado por un yihadista tunecino.

"Hay un fuego cruzado de informaciones y desmentidos; primero hubo un detenido paquistaní del que ahora no sabemos nada y ahora tenemos a un yihadista al que no podían expulsar porque Túnez no lo reconocía como ciudadano suyo", argumenta Alfred para añadir: "¿Dónde queda la unidad contra el terrorismo de la que todos hablan?".