NÓMADAS Y VIAJANTES

Quinto Mandamiento 2.0

Tanto en el caso del Papa como en el de Obama había más necesidad de soñar por nuestra parte que capacidad real de cambio por la suya

El papa Francisco, en un acto en la ciudad italiana de Bari.

El papa Francisco, en un acto en la ciudad italiana de Bari. / .44518406

Ramón Lobo

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Este Papa tiene algo de Barack Obama. Llegó envuelto en un aura de modernidad cuasi revolucionaria; parecía que iba a poner patas arriba el orden eclesial conocido. Era la reedición religiosa de una ilusión (óptica) colectiva, la del Yes we can del primer presidente negro de la historia de EEUU. Había en ambos casos más necesidad de soñar por nuestra parte que capacidad real de cambio por la suya.

Obama tuvo en frente, durante seis de sus ocho años en la Casa Blanca, a un Congreso dominado por los republicanos, que le bloquearon todas sus iniciativas, incluida una tímida sanidad universalFrancisco se enfrenta a una burocracia interna que deja a los republicanos en aprendices en el arte gatopardiano del todo cambia para que nada cambie. Se llama Curia, y es el centro de mando, el poder real en la Iglesia.

Han pasado cinco años desde su proclamación como Pontífice, el 13 de marzo del 2013, y pudieron ser más si no le hubiera ganado la votación el conservador Joseph Ratzinger en el 2005. Francisco ha agitado tres pilares de lo que se considera la tradición cristiana, más con buenas palabras y gestos para la publicidad que con hechos: pederastiahomosexualidad (pueden ir al cielo) y ahora pena de muerte.pena de muerte

Referencia

El nuevo catecismo afirma que la pena de muerte es "inadmisible en cualquier circunstancia" porque "atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona". La Iglesia ha tardado XXI siglos en alcanzar esta rotundidad, pero está bien, la misión de toda autoridad espiritual es servir de referencia.

Este vuelco doctrinal no tendrá efecto inmediato ni real en los 23 países, incluido el EEUU de Trump (In God We Trustdice en su papel moneda), que llevaron a cabo ejecuciones en el 2017. No provocará caídas del caballo entre sus defensores, pero es un paso en la necesidad de impulsar una reeducación global en el respeto de los derechos humanos, algo esencial en el trato del fenómeno migratorio.

El cambio en el catecismo dejado por Juan Pablo II es profundo en este aspecto. Se suma a la tendencia general en favor de la abolición. Entre sus defensores están EEUU, China, Irán y Arabia Saudí, entre otros. Hasta ahora, la doctrina eclesial consideraba que la pena de muerte podría ser "una respuesta apropiada a la gravedad de determinados crímenes". La nueva redacción cierra el debate. Ya tenemos un Quinto mandamiento 2.0 que acaba con las excepciones y las interpretaciones.

Para sacarlo adelante, el Papa ha tenido que doblegar a esa Curia instalada en el no preventivo. Como en la política española hay diversas facciones que solo piensan en alcanzar el poder para su beneficio, lo cual, en este caso, dice bastante poco de la confianza de la Curia en el premio celestial.

Pederastia

Más problemas tiene Francisco en el manejo de la lacra de la pederastia, que es un problema estructural de la Iglesia porque incluye el encubrimiento como sistema operativo. Los depredadores no fueron denunciados ni entregados a la justicia, en la mayoría de los casos se les mudó de diócesis, dándoles la oportunidad de delinquir de nuevo.

El Papa se ha mostrado inflexible en público, y algo menos en privado, sobre todo en el caso de Chile. Allí defendió al obispo Juan Barros, acusado de encubrir pederastas. Esto provocó la dimisión en bloque de los obispos chilenos y forzó a Francisco a pedir disculpas, hablar con las víctimas y cambiar de rumbo.

No son casos aislados, es una pandemia. Han caído importantes cardenales, como el australiano George Pell, exnumero tres del Vaticano, y el célebre Bernard Law, cuya política de ocultación de pederastas fue denunciada por The Boston Globe, investigación que alumbró Spotlight, Óscar a la mejor película de 2015. El tercer gran caso es el del cardenal Thedore McCarrick, arzobispo emérito de Washington, que ha renunciado a su escaño en el colegio cardenalicio. McCarrick no irá a la cárcel. El papa le condena a llevar una vida de oración y penitencia, lo que resulta extraño porque esa es la base del sacerdocio.

El mundo se mueve a gran velocidad. Cada avance de la ciencia supone un revés para el relato de los libros sagrados, más próximos a la metáfora que al rigor. Por eso, la Iglesia se siente cercada en este mundo moderno y es renuente a los cambios. La Curia entiende que cualquier concesión sería tomada como signo de debilidad. Benedicto XVI, considerado un intelectual brillante, centraba su cruzada en el laicismo, al que considera el origen de todos los males. En el siglo XIX se denunciaba el liberalismo y la democracia. El enemigo es mutante y externo, cuando la realidad es que muta poco y es interno.