Fuego amigo

¿Qué es lo que estás buscando, Assange?

MARTA López

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Querido Julian: la revista Time no te ha querido proclamar Hombre del año y ha preferido a Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, al igual que tú, un revolucionario en la red. Dicen los responsables del semanario que ambos lucháis por la transparencia en internet pero que mientras tú atacas a los gobiernos para debilitarlos, Zuckerberg hace más fuertes a las personas facilitando su comunicación. Y Time, claro, ha elegido la cara amable de la misma moneda.

Pero aunque Zuckerberg te haya dejado sin el título, de quien se habla en el mundo en las últimas semanas es de ti, Julian. Desde que empezaron a salir las filtraciones de Wikileaks estás en el centro de la conversación global. Y el mundo se divide entre los que te consideran héroe o villano. Si supieras lo que se dice de ti… Allí donde unos ven un revolucionario, otros ven un terrorista. Frente a los que piensan que eres un idealista, otros te llaman fanático mesiánico. ¿Recuerdas a Sarah Palin, a la que hackeaste sus correos electrónicos privados? Palin dice ahora que se te tiene que perseguir como se persigue a Al Qaeda.

Desde luego, con celo sí se te ha perseguido, sí. Te ha buscado la Interpol, la policía sueca y Scotland Yard. Has pasado por la cárcel y ahora vivirás en régimen de toque de queda buena parte del día hasta que se decida sobre tu extradición a Estocolmo. Todo por unos delitos de abusos sexuales que no están nada claros. Yo no sé qué pasó con esas dos chicas suecas el pasado agosto. No quiero prejuzgarte. Tampoco a ellas. Espero que la justicia lo aclare y que todo el peso de la ley recaiga sobre ti si eres declarado culpable. Pero hay tantas sombras en esta historia…

Sí te diré una cosa, Julian. Cuanto más te persiguen, tu figura más se enaltece. Un ejército de hackers adolescentes ha declarado la guerra en la red y un grupo de celebrities se ha organizado para pagar tu fianza. Lo que yo no sé distinguir es si todos esos apoyos que cosechas son para ti o para lo que hace Wikileaks. Al fin y al cabo, se habla mucho más del acoso que sufres que de las filtraciones.

Y es que Julian, sinceramente, resultas mucho más intrigante que los documentos que has hecho públicos. Tú, que te eriges en el defensor indoblegable de la transparencia, ¿por qué no nos has dicho qué pretendes divulgando todos esos secretos? ¿Qué te guardas todavía? ¿Te protege alguien? Perdona, pienso otra vez en Zuckerberg, bueno, en la película de David Fincher sobre él.

Hay un momento en La red social en que el jefe de informática de Harvard recrimina al joven estudiante por poner en riesgo la red del campus tras colapsarla. Y Zuckerberg (Jesse Einsberg) le responde: «¿Y no cree que en vez de recriminármelo no debería felicitarme?». Julian Assange, ¿es eso lo que buscas?.