¿Qué hemos aprendido de los papeles de Panamá?

Lo que no pagan los poderosos con esas artimañas, lo paga usted con sus impuestos

Imagen de la ciudad de Panamá y sus rascacielos

Imagen de la ciudad de Panamá y sus rascacielos / periodico

RAMÓN LOBO

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Es una estupenda pregunta; la formula la BBCque ha reunido diez lecciones de la filtración de 11,5 millones de documentos procedentes de la firma de abogados Mossack Fonseca. Aprender de un fraude tan masivo que señala a la élite global es urgente. No solo para evitar que se repita, sino para salvar de la quiebra moral eso que llamamos pomposamente “nuestras libertades”, cuando en realidad no son nuestras, también son suyas, de los poderosos.

Antes de crearnos ilusiones vanas deberíamos saber que Mossack Fonseca es solo una firma de las muchas que operan en Panamá y otros paraísos fiscales. Su trabajo es conseguir que sus clientes se ahorren miles de millones en impuestos, es decir que nos estafen a todos. Las líneas que separan lo legal de lo ilegal son invisibles para los muy ricos y gruesas para los demás. Ya nos lo ha adelantado Montoro: los presuntos defraudadores españoles regularizaron su situación con la amnistía fiscal. Lo de “Hacienda somos todos” será publicidad como dice la abogada del Estado del caso Nóos, pero engañosa.

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Existen 50 paraísos fiscales que permiten sustraer del sistema impositivo unos 7,6 billones de dólares, más que el PIB de Alemania y Reino Unido juntos. Los datos son de Oxfam, que calcula en 190.000 millones de dólares anuales lo que dejan de ingresar las diversas Haciendas públicas. Lo que no pagan ellos, lo paga usted.

En España aprendimos que no somos islandeses y que es posible que no lo seamos nunca. El desliz del primer ministro de aquel país en una entrevista televisiva es antológico. Los periodistas fueron hábiles: primero preguntaron por los paraísos fiscales en general, sin entrar en detalles; Gunnlanugsson, que así se apellida, se engolosinó con el balón. Después concretaron un poco y en la tercera le sacaron el nombre de la empresa que tenía con su mujer. En 45 horas estaba despedido; el primer ministro, se entiende, no los periodistas. En Reikiavik no está prohibido manifestarse ante el Parlamento. En España tenemos la ley mordaza. La BBC escribe en la tercera de sus lecciones: “Islandia es más interesante de lo que pensábamos”.

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También hemos aprendido que entre los miles de defraudadores potenciales no hay millonarios estadounidenses, un detalle que ha empujado al Kremlin a denunciar una conspiración contra Vladímir Putin. Aunque no hay pistas concretas que involucren al líder ruso, muchos de sus amigos están en la lista de Panamá. Esta es la segunda lección de la BBC: “Todo el mundo necesita amigos en los que confiar”.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, que se hizo con los datos, tienen detectadas a 211 personas con dirección en EEUU, lo que no quiere decir que sean estadounidenses. La BBC cita a un experto que afirma que los norteamericanos no necesitan irse tan lejos; pueden llevar su dinero a Delaware, Nevada y Wyoming, donde existen grandes ventajas fiscales. Es lo que hacía Luxemburgo con el resto de la UE: dumping fiscal.

Hervé Falciani, el informático que reveló los nombres y los manejos del banco HSBC en Suiza, que aconsejaba y protegía a 130.00 evasores fiscales, escribió en un texto publicado en Eldiario.es que el beneficiario colateral de los papeles de Panamá es EEUU, sobre todo Delaware, que está camino de convertirse en un paraíso fiscal.

7,6 BILLONES DE DÓLARES

Hablamos de 7,6 billones de dólares, un cantidad por la que muchos Gobiernos están dispuestos a mirar hacia otro lado o, incluso, a no mirar. Uno de los escandalizados por las revelaciones es el Reino Unido que tiene paraísos fiscales bajo su bandera. Más de 100.000 empresas creadas bajo el amparo de Mossack-Fonseca tienen sede en las Islas Vírgenes Británicas. Veremos como sale de esta el primer ministro británico, David Cameron, que ha tenido que reconocer que él y su mujer tuvieron acciones de la empresa creada por su progenitor, ya difunto, en Panamá. El padre defraudó al fisco británico. La cuarta lección de la BBC: "El dinero de los criminales y de los delincuentes de salón es tan bueno como el de cualquiera".

No deberíamos olvidar un par de enseñanzas finales: el sistema permite y se beneficia de los paraísos fiscales; pese a las promesas de acción y reforma, todos trabajan para que las aguas regresen a la normalidad cuando amaine la tormenta. Una segunda es saber que todo está relacionado: la estafa fiscal y los recortes que obligan a privatizar sanidades públicas que compran empresas en las que están los mismos que no pagan.

Nos queda el envoltorio: votar, creer que decidimos. No sean inocentes, en la crisis de 2008 privatizamos también nuestros principios y valores, que se lo digan a los refugiados. Un buena nueva para terminar: el modelo islandés no tiene copyright.