El año que nos espera

La primavera sigue pero Europa sufre el invierno

Los países árabes luchan por la democracia mientras Occidente tiembla

Los manifestantes toman las calles de la ciudad siria de Amude.

Los manifestantes toman las calles de la ciudad siria de Amude.

   MARTA LÓPEZ / Barcelona

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Hace justo un año, un joven verdulero tunecino se había quemado a lo bonzo, pero nada hacía presagiar que ese acto desesperado iba a acabar por incendiar todo el mundo árabe y a tumbar, en solo cuestión de semanas, algunas de las dictaduras más longevas del continente. Hoy,hombres como Hosni Mubarak, Muamar Gadafi o Zine el Abidine Ben Alí han de-

saparecido del tablero de juego. Pero sus países luchan todavía por apagar los últimos rescoldos del pasado, y este año va a ser determinante para dirimir si la incipiente democracia gana la batalla y logra consolidarse.

La calle ha echado a los dictadores, pero los males que aquejan a muchos de los países de la orilla sur del Mediterráneo persisten: crisis económica, descontento social, desigualdad y una corrupción endémica amenazan a los titubeantes procesos de transición que en países como Marruecos, Egipto y Túnez están dando paso a los islamistas. Y el encaje democrático de este islam político que emerge con fuerza está por definir.

Bañado en sangre empieza el año en la gran pieza de la región que resiste al tsunami: Siria. La espiral de revuelta-represión-revuelta ha degenerado en una guerra civil abierta a la que por ahora no se le ve el final, sobre todo si la comunidad internacional sigue paralizada y no da un paso más allá de las sanciones simbólicas impuestas hasta ahora. El futuro sigue pintando negro para los sirios pero es muy incierto para Bashar el-Asad.

Y más allá de Damasco, ¿llegará en el 2012 la primavera al empobrecido sur del continente africano? También aquí los móviles y las redes sociales han encontrado su espacio entre las generaciones más jóvenes y no es desdeñable que algunos de los dictadores que sobreviven en el continente tengan que soportar una creciente oposición.

En Europa, mientras, los gobiernos se verán sometidos a duras pruebas de supervivencia ya que van a tener que adoptar los recortes más dolorosos en décadas. Ello va a incrementar la agitación social que ya se empezó a manifestar en forma de huelgas y manifestaciones en el 2010 y que en el 2011 se globalizó con las manifestaciones de los indignados

El paro, Sarkozy y Obama

La crisis y los recortes que en el 2011 se llevaron por delante a los gobiernos de Grecia, Portugal, Italia y España pueden no dejar las cosas ahí. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, dispone de solo cuatro meses y recursos limitados para combatir el paro, que, encaramado al 9,3%, ha alcanzado una cifra récord en 12 años y puede ser determinante para apartarle de la presidencia en las elecciones de abril y mayo. François Hollande confía en devolver a los socialistas el Elíseo, plaza que no conquistan desde 1988, cuando lo hizo François Mitterrand.

También el paro, que se espera que alcance el 9% en Estados Unidos a lo largo de este año, es la única nube en el horizonte que podría amenazar la reelección de Barack Obama el próximo 6 de noviembre. Hoy por hoy, ninguno de los siete candidatos republicanos que mañana lanzan en Iowa la larga campaña presidencial parece tener posibilidades reales de dejar que el primer presidente negro que hizo historia en Estados Unidos lo sea de un único mandato.