UN DEBATE PERMANENTE

La presión de los estudiantes abre una ventana al control de armas en EEUU

El presidente Trump y el gobernador de Florida muestran su disposición a contemplar ciertas restricciones a la tenencia de armas

Cientos de estudiantes de institutos de Columbia, Maryland y Virginia, concentrados frente a la Casa Blanca por un mayor control de las armas, en Washington, el 21 de febrero.

Cientos de estudiantes de institutos de Columbia, Maryland y Virginia, concentrados frente a la Casa Blanca por un mayor control de las armas, en Washington, el 21 de febrero. / periodico

Ricardo Mir de Francia

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Florida ha sido durante años uno de los santuarios para los partidarios de las armas, una suerte de laboratorio para la Asociación Nacional de Rifle. Sus ciudadanos no necesitan un permiso para comprar armas ni tienen que registrarlas. Pueden ir armados siempre que el rifle o la pistola no quede a la vista. Tienen derecho a disparar a matar cuando se sientan subjetivamente amenazados. Y pueden comprar tantas armas de una tacada como deseen porque la ley no impone ningún límite. Esos parámetros han convertido al estado soleado en una versión moderna del Lejano Oeste, pero también en el nuevo campo de batalla para poner coto a la barra libre de armas. La masacre en el instituto de Parkland y la presión de los estudiantes que sobrevivieron a ella ha abierto una pequeña ventana para reformar las leyes, tanto en Florida como en Washington.

El primer lance lo perdieron de forma inapelable en el Parlamento de Tallahassee, donde la mayoría republicana rechazó una moción para votar un proyecto de ley que pretendía prohibir las armas de asalto y los cargadores de alta capacidad. En las gradas del hemiciclo contenían la emoción varios adolescentes que sobrevivieron a la matanza del día de San Valentín, pero su presencia y sus lágrimas no sirvieron para nada. La moción fue rechazada por 71 votos contra 36 y, acto seguido, sus señorías se pusieron a debatir sobre el porno, como si fuera más importante su interpretación de la moral pública que la vida de unos niños asesinados a sangre fría. La decepción en el Parlamento tuvo su contrapunto en las palabras del gobernador Rick Scott, uno de los peones del lobi de las armas, en el ojo del huracán desde que Nikolas Cruz masacrara a 14 estudiantes y tres profesores con un rifle de asalto. Scott se mostró abierto a contemplar cualquier tipo de medidas para reformar la tenencia de armas. "Todas están sobre la mesa", afirmó el republicano.

La derrota en el primer asalto no ha hecho mella en los estudiantes, que este miércoles se han reunido con decenas de legisladores, con el gobernador y el presidente Donald Trump. Y lo han hecho mientras una docena de institutos en el sur del estado ejercitaban un parón de 17 minutos para honrar a las víctimas del tiroteo y reclamar medidas. "¿Cuánta gente tiene que morir para que actúen?", dijo Delaney Tarr, una de las supervivientes, en los pasillos del Parlamento de Tallahassee. 2Sabemos lo que queremos: queremos una reforma de las armas, queremos medidas de sentido común, políticas para abordar los problemas mentales, queremos cambio".

Apoyos financieros

Fuera del edificio se concentraron varios millares de personas y las voces de los estudiantes y los activistas que les apoyan resonaron desde los micrófonos, seguidas en directo por las cadenas de noticias. El movimiento estudiantil contra las armas ya tiene nombre, #NeverAgain (Nunca más), y ha recibido los primeros apoyos financieros para que su causa pueda tener recorrido. El actor George Clooney y su mujer han aportado 500.000 dólares para financiar la llamada ‘Marcha por nuestras vidas’, prevista para el próximo 24 de marzo en Washington. También Oprah Winfrey y Steven Spielberg han anunciado su respaldo económico.

El idealismo y el trauma de los adolescentes de Parkland parece haber tocado la fibra sensible de Trump, que ha mostrado por primera vez su disposición a debatir ciertas restricciones sobre las armas. “Me reuní con algunos de los supervivientes y sus familias y me emocioné, me emocioné muchísimo ante su fuerza y resiliencia. Tenemos que hacer más para proteger a nuestros niños”, dijo el presidente. La Casa Blanca dice estar abierta a prohibir los accesorios que transforman los rifles semiautomáticos en metralletas o a mejorar el sistema de ‘background checks’. Son medidas muy modestas, pero algo es.