UN LÍDER AUSTERO

El presidente uruguayo rechaza vender su viejo coche por un millón de dólares

Un jeque árabe y un diplomático mexicano no logran que Mujica se deshaga de su destartalado 'Fusca'

José Mujica y su automóvil Volkswagen en su casa en Montevideo, el 16 de mayo de 2013.

José Mujica y su automóvil Volkswagen en su casa en Montevideo, el 16 de mayo de 2013.

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El presidente de Uruguay, José Mujica, ha decidido no vender su 'Volkswagen Fusca' de 1987 a pesar de las generosas ofertas que se le han hecho por el automóvil. El dirigente usa ese vehículo desde su acceso a la presidencia en el 2010. "Nunca lo podremos vender porque ofenderíamos a ese puñado de amigos que se juntaron para hacernos ese obsequio", ha justificado.

Además del modelo celeste que le regalaron sus amigos, Mujica tiene otro vehículo de la misma marca que está "un poco desvencijado y no anda", ha afirmado. "Naturalmente, esos dos 'Fuscas' van a vegetar en los viejos galpones mientras estemos vivos y el provenir dirá cuál es su destino", ha añadido el austero dirigente.

En su intervención radiofónica semanal, ha afirmado: "Desde siempre somos amigos de los 'Fuscas'; con el paso de los años, cuando intentábamos cambiar la suerte del mundo en que vivimos, nos enamoramos de los 'Fuscas'".

OFERTAS GENEROSAS

El mandatario uruguayo recibió una oferta de un millón de dólares por parte de un jeque árabe durante la cumbre G77+China , y se supo también que un diplomático mexicano ofreció 20 camionetas a cambio del 'Fusca' para subastarlo en su país. Sin embargo, un revuelo en las redes sociales le hizo saber que sus compatriotas no querían que el automóvil abandonase Uruguay.

Mujica comunicó a la prensa su voluntad la semana pasada, durante su visita a Brasil a propósito de una reunión con la presidenta brasileña Dilma Rousseff. "No sé si algún día se va --dijo acerca del ‘Fusca-- pero mientras yo viva va a dormir en el galpón y de vez en cuando dará una vueltita por el barrio". Mujica, cuyo nivel de popularidad actual es superior al 50%, es conocido por su austeridad y su buen trato a los más desfavorecidos, ya que dona gran parte de su salario al proyecto de vivienda solidaria Plan Juntos.