El líder del consistorio israellita de Marsella llama a los judíos a quitarse la kipá tras tres agresiones

Dos hombres frente a le escuela judía de Marsella, donde un profesor fue atacado con un machete.

Dos hombres frente a le escuela judía de Marsella, donde un profesor fue atacado con un machete. / periodico

EVA CANTÓN/PARÍS

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La agresión sufrida este lunes por un profesor judío, la tercera ocurrida en los últimos meses en Marsella, ha llevado al presidente del consistorio israelita de esta ciudad del sur de Francia a hacer un llamamiento insólito que ha dividido a la comunidad. Zvi Ammar ha llamado a los judíos de la localidad a “quitarse la kipá en este periodo turbulento, hasta que vengan días mejores”.

“Ante la gravedad de los acontecimientos hay que tomar decisiones excepcionales y, para mí, la vida es más sagrada que cualquier otro aspecto”, ha dicho el responsable en iTele, donde ha detallado las razones que le han llevado a adoptar tal medida y ha asegurado que no se trata de “ceder al terrorismo o a estos bárbaros” sino únicamente de proteger vidas humanas.

También ha admitido ser consciente de que su llamamiento suscita no pocas críticas, pero asegura que no busca tener un 100% de apoyo. “Prefiero que me critiquen antes que lamentar que un día pase algo grave”, ha justificado.

Los primeros reproches han llegado a través del gran rabino de Francia, Haïm Korsia, que ha pedido no ceder al miedo. A él se ha unido el presidente del Consejo representativo de las instituciones judías de Francia (Crif), Roger Cukierman, que ha calificado de “desafortunada” la iniciativa en la que ve una actitud “derrotista”.

DAR LA VICTORIA A LOS YIHADISTAS

“Entiendo perfectamente que padres que estén preocupados aconsejen llevar una gorra antes que la kipá, pero veo mal que se haga una recomendación colectiva”, ha explicado Cukierman a ‘Le Figaro’. “Tal renuncia es dar la victoria a los yihadistas. Es importante que todos puedan vivir su judaísmo como quieran”, ha añadido.

La presidenta del Crif de Marsella, Michèle Teboul, se ha mostrado partidaria de que los judíos “permanezcan de pie” y vivan normalmente, aunque dijo entender las razones de seguridad que hay tras la polémica decisión. Y el máximo responsable del sínodo central israelí de Francia, Joël Mergui, ha lanzado un llamamiento a la resistencia con la siguiente frase: “No toques mi kipá!”.

Desde la clase política se ha intentado lanzar un mensaje de tranquilidad. La ministra de Justicia, Christiane Taubira, ha puesto el acento en “los valores de la República laica que reconoce la libertad de conciencia”.

“Debemos garantizar a diario, en todo el territorio, la libertad de todos los ciudadanos a vivir su creencia. Como cualquier ciudadano francés, los judíos de Francia tienen que sentirse seguros y deben por supuesto poder llevar la kipá en la calle”, ha dicho.

EN NOMBRE DEL ESTADO ISLÁMICO

El autor del ataque, que hirió levemente al profesor con un machete, es un adolescente turco de 15 años y origen kurdo que dijo a los policías haber actuado en nombre de Alá y del Estado Islámico. El chico no estaba fichado y según el fiscal de Marsella se había radicalizado recientemente vía internet. La sección antiterrorista de la Fiscalía de París se ha encargado del caso.

El pasado 24 de octubre tres judíos fueron agredidos cerca de una sinagoga por un hombre armado con un cuchillo y el 18 de noviembre otro profesor fue objeto del mismo tipo de ataque. “Lamentablemente somos un objetivo. En cuanto se nos identifica como judíos podemos ser agredidos e incluso nos arriesgamos a morir”, ha declarado Zvi Ammar.

Marsella cuenta con una importante comunidad judía. Según datos del Crif tiene unos 70.000 miembros sobre una población total de 850.000 habitantes, lo que la convierte en la segunda mayor después de la región parisina y una de las más numerosas de Europa.