El partidismo complica el voto en EEUU

Las guerras por el registro y la identificación de votantes revelan problemas del sistema

Vista de una tienda de campaña del mandatario de EEUU y aspirante a la reelección, Barack Obama, en Denver, Colorado.

Vista de una tienda de campaña del mandatario de EEUU y aspirante a la reelección, Barack Obama, en Denver, Colorado. / gad

IDOYA NOAIN / Nueva York

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La semana pasada unjuez de Pensilvania bloqueó una ley, promovida por los republicanos con el argumento de luchar contra elfraude electoral e inyectar confianza en elsistema electoral, que obligaba a los ciudadanos del estado a hacerse con una identificación con foto para poder votar el 6 de noviembre. La decisión, que se suma a bloqueos de estatutos similares en Tejas y Wisconsin, fue interpretada como un éxito de los demócratas y de grupos de activistas por los derechos civiles que denuncian las nuevas regulaciones como un intento de los conservadores de suprimir el sufragio entre pobres, minorías y jóvenes, grupos que suelen inclinarse por los demócratas en las urnas.

No es, sin embargo, una victoria definitiva. Igual que algunos tribunales han bloqueado varias de estas normas en unos estados, en otros --Indiana, Georgia y Nuevo Hampshire-- las han mantenido. Y los jueces por lo general no entran en la constitucionalidad de las leyes, con lo que solo se pospone el debate y se deja la puerta abierta a unaguerra judicial.

La crisis de las papeletas

Las legislaciones que requieren la identificación de votantes, que solo este año se han reforzado o empezado a aplicar en 28 estados, son solo uno de los factores que ponen de manifiesto los problemas que enfrenta el sistema de voto en Estados Unidos, especialmente visibles desde la crisis por el diseño de las papeletas y el recuento en Florida en las elecciones del 2000 que acabó resolviendo el Tribunal Supremo a favor de George Bush.

Es un problema acrecentado por el partidismo, como reconocía en 'The New York Times'Daniel Tokaji, un profesor de derecho electoral en la Universidad Estatal de Ohio. "Los dos partidos se han dado cuenta de que las reglas de administración de las elecciones puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota en una elección muy reñida, y a diferencia de prácticamente todos los países del mundo, los sistemas de EEUU son administrados por cargos partidistas elegidos como candidatos de sus partidos".

Batallas judiciales

Aunque el foco más reciente se ha colocado sobre decisiones como la dePensilvania o Tejas (donde también se ha frenado el requerimiento de identificación) y en otras batallas judiciales por temas como el voto anticipado, muchos expertos apuntan a que la verdadera lastra del sistema estadounidense que reduce la participación está en el sistema de registro de votantes. Sin un censo electoral nacional, hay 13.000 mantenidos por condados, ciudades y municipalidades. Y una investigación del centro Pew demostró que, por ejemplo, 2,2 millones de votos se perdieron en el 2008 por las dificultades en ese registro.

"El problema sigue siendo el registro, no las identificaciones", decía hace unos meses en el 'Times'Robert Pastor, codirector del Centro para la Democracia y Gestión de Elecciones de la American University y que fue director de una comisión bipartidista dirigidida por el expresidente Jimmy Carter y el es exsecretario de Estado James Baker que en el 2005 estudió losfallos del sistema electoral.

Para el próximo fin de semana habrá expirado el plazo para registrarse como votante en la mitad de los estados (solo en ocho un ciudadano puede hacerlo y votar el mismo día de las elecciones). Se calcula que un cuarto de los potenciales votantes no están en los censos. Y eso explica en parte el impulso de los dos partidos para incentivar el registro, un esfuerzo tampoco exento de polémicas y retos.

Registro de votantes

El Partido Republicano, por ejemplo, ha tenido que cortar sus lazos con una empresa que había contratado para registrar votantes en siete estados bisagra después de que empezaran a desvelarse fraudes que estaba cometiendo en Florida. Grupos que apoyan a los demócratas como Rock the Vote, mientras, admiten que se ha evaporado buena parte del entusiasmo del 2008: si entonces, con su diana en los jóvenes, lograron registrar a más de dos millones de votantes, este año llevan solo 650.000.

Otro factor importante que plantea algunos problemas es el voto por correo. Prácticamente se ha triplicado desde 1980 y representa casi el 20% del sufragio, pero entre esos votos el porcentaje de anulaciones por problemas de distinto tipo es el doble que en el voto en urna (un 2% frente al 1%). Aunque pueda parecer un problema nimio, puede no serlo si la elección se juega en unos cientos o miles de votos, igual que si hay problemas con votos temporales (en algunos de los estados que requieren identificación se puede votar sin ella en una papeleta temporal que luego debe certificarse).

"Hay potencial para el desastre", ha dicho Lawrence Norden, del Centro Brennan de la Universidad de Nueva York. "Son unas elecciones reñidas y existe la posibilidad de que la gente diga que sus votos no fueron contabilizados. Ese es el escenario pesadilla para el día después de las elecciones".