Out: la presión de la inmigración es el principal argumento de los que quieren salir de la familia europea

La localidad de Boston, al este de Inglaterra, tiene el porcentaje de extranjeros más alto del Reino Unido, después de Londres

El líder del partido eurófobo UKIP, Nigel Farage, en plena campaña por el 'brexit'.

El líder del partido eurófobo UKIP, Nigel Farage, en plena campaña por el 'brexit'. / periodico

BEGOÑA ARCE / BOSTON

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El tono de voz de la pareja de jóvenes que pasa charlando por la plaza del mercado al aire libre es sólo ligeramente más alto del habitual entre los ingleses. “Hablan a voces. Esta gente habla a voces”. Caroline, que pronto cumplirá los sesenta años, está comprando flores en uno de los puestos al aire libre.  Ella votará “out”, “porque la ciudad está irreconocible. Hay demasiados inmigrantes”.  

Esto es Boston, ciudad portuaria del este de Inglaterra, y los que charlaban despreocupadamente lo hacían en una lengua eslava. Es un sonido habitual en las calles de esta ciudad, en el condado de Lincolnshire, donde 10.000 de sus de los 65.000 habitantes han nacido en el extranjero. 

El 12,1% de los residentes han llegado de otros países de la Unión Europeael porcentaje más elevado en el Reino Unidoexceptuando Londres. Y a diferencia de la capital británica aquí no se celebra el multiculturalismo. El pasado mes de enero, el 'think-tank' Policy Exchange nombró a Boston como “el lugar menos integrado” de Inglaterra y Gales. En el Ayuntamiento hay 12 concejales del eurófobo Partido de la Idependencia del Reino Unido (UKIP) y otros 12 conservadores.

SERVICIOS SOCIALES

“¿Por dónde empezar?. Las escuelas, las consultas de los médicos están saturadas. Los alquileres han subido, los sueldos han bajado y nos quitan los empleos”. Pat Keller, trabaja en la cocina de la escuela técnica local y despotrica contra los inmigrantes y los políticos que les han dejado entrar. “Esto no va a cambiar, sea cual sea el resultado”.

Frente a ella está Darren Horton, que dice haber sufrido un accidente y vive de los beneficios por incapacidad y que critica que los inmigrantes se “estén aprovechando de nuestros servicios sociales”. Cuando le recuerdas que trabajan en labores que los británicos no queiren hacer, muchos en tareas en el campo, y pagan sus impuestos, se calla.  

Es indudable que para absorber el número enorme de recién llegados hace falta que el dinero de esos impuestos revierta en la comunidad, creando más escuelas y más viviendas. Los inmigrantes en Boston son gente joven, con buena salud, que necesitan menos los servicios sanitarios que la población británica envejecida.

Y gracias a las nuevas madres del Este no se cumplió la amenaza de cierre de la maternidad local. Hay una energía que se nota en la calle, con cantidad de niños pequeños y nuevos comercios, a diferencia de otras localidades vecinas que languidecen y ven desaparecer sus tiendas.

"HEMOS PERDIDO NUESTRA IDENTIDAD"

Pero ahora los nuevos supermercados ofrecen productos polacos, el salón de té se ha transformado en un café Baltí y el instituto de belleza es rumano. “Hemos perdido nuestra identidad”, lamenta Caroline.

En un pub muy inglés, al lado de iglesia anglicana de St. Botolph, con su torre de 83 metros, sirven paninis y capuchinos sin temor, en este caso, a perder la identidad. En el patio, la familia Fairweather discute con pasión sobre el referéndum. La abuela, los padres, un hijo, su esposa y el bebé que les mira.

Tres generaciones que van a votar por el 'brexit' a causa de la  inmigración.“Tenemos que retomar el control de nuestras fronteras”, arrancan para añadir:  “Hay que impedir que sigan recibiendo beneficios, es un sistema insostenible y nuestros niños no tienen la educación que deberían porque hay demasiados en las aulas”.