CUMBRE EN VARSOVIA

La OTAN da luz verde al despliegue de cuatro batallones en el este de Europa

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes del inicio de la cumbre en Varsovia.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, antes del inicio de la cumbre en Varsovia. / periodico

SILVIA MARTÍNEZ / VARSOVIA (ENVIADA ESPECIAL)

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La Alianza Atlántica no quiere una nueva “guerra fría” en Europa pero tampoco piensa cruzarse de brazos ante las continuas provocaciones de Vladimir Putin. Las acciones de Rusia en Ucrania y la anexión de Crimea han alterado en los dos últimos años la realidad en el continente europeo y la presión de los aliados del este acaba de dar nuevos frutos. A partir de principios de 2017, la OTAN comenzará a desplegar cuatro batallones en las tres repúblicas bálticas –EstoniaLetonia y Lituania- y en Polonia. Una avanzadilla de 4.000 soldados para “demostrar la fortaleza” del bando aliado y dejar claro “que un ataque a un aliado será un ataque a toda la Alianza”.

Se trata de la primera gran decisión que adoptan los jefes de estado y de gobierno de la OTAN en la cumbre que celebran este 8 y 9 de julio en Varsovia y la última de una serie de decisiones que incluyen la apertura de nuevos cuarteles en el este de Europa, la multiplicación de la fuerza de reacción rápida hasta los 40.000 efectivos, nuevos ejercicios conjuntos y más intercambio de inteligencia.

La cita se produce, no obstante, en uno de los peores momentos para Europa. Con la incertidumbre del ‘brexit’, la amenaza terrorista más viva que nunca y unas tensiones con Moscú que no terminan de disiparse. “La OTAN no busca una confrontación. No queremos una guerra fría. Es historia y así debe quedarse” pero “hemos visto una Rusia que ha querido utilizar la fuerza militar contra Europa”, justifica el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, sobre los motivos de este nuevo despliegue en el este de Europa.

Pese a esta exhibición de fuerza, el noruego ha reiterado que el refuerzo militar no esconde ninguna amenaza a Rusia, que sigue siendo el país vecino más grande y que informarán a Moscú de las decisiones de forma “transparente” en la reunión OTAN-Rusia prevista para el próximo 13 de julio. “Seguimos queriendo un diálogo constructivo con Rusia. Es nuestro vecino, miembro permanente del consejo de seguridad de Naciones Unidas. Rusia no puede ni debe ser aislada”, ha insistido.

El noruego no es el único que ha querido templar los ánimos con Moscú. Tanto la canciller alemana, Angela Merkel, como el presidente galo, François Hollande, han mantenido una conversación telefónica con Putin y el socialista galo decía a su llegada a la cumbre que Rusia no debe ser vista ni como “adversaria” ni como una “amenaza”. Para la Alianza el refuerzo se trata solo de decisiones “defensivas”, “proporcionales”, “transparentes” y “plenamente consistentes con nuestras obligaciones”.

RAJOY PROMETE CONTRIBUCIÓN

Aunque queda planificación por delante, Stoltenberg ha confirmado algunos detalles. Estados Unidos liderará el batallón de Polonia. Las tropas de Canadá se desplegarán en Letonia, las de Alemania en Lituania y las de Reino Unido en Estonia. En total, unos 4.000 militares de los cuáles un millar serán estadounidenses. La mayoría de los países aliados han confirmado además su disposición a participar en estos batallones “multinacionales”. Entre ellos Bélgica, con 150 soldados, Dinamarca, con 200, y España. El presidente en funciones Mariano Rajoy ha informado que apoyarán esta presencia militar aunque no ha precisado cual será la aportación española. El refuerzo en el este se completará con el despliegue de una brigada multinacional en Rumanía.

De la cita también sale la decisión de declarar la capacidad operacional inicial de la defensa contra misiles balísticos, un escudo polémico en Moscú, que va dirigido a proteger Europa del lanzamiento de misiles desde Asia y Oriente Próximo. Además, reiteran el compromiso a seguir aumentando el gasto en defensa y a declarar el ciberespacio como otro ámbito de actuación. La cumbre ha servido además para escenificar un cierre de filas entre la UE y la OTAN que se comprometen a impulsar su cooperación en siete áreas estratégicas.