La ONU afirma que el sufrimiento en Madaya "no tiene comparación"

Miembros de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, ayer en Madaya.

Miembros de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, ayer en Madaya.

ANA ALBA / JERUSALÉN

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El sufrimiento de la población en la localidad siria de Madaya “no tiene comparación” con lo que los trabajadores humanitarios se han encontrado hasta ahora en el resto del país, según ha afirmado este el representante del Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Siria, Sajjad Malik, que ha hablado por teléfono desde Damasco, la capital siria, con la agencia France Presse. “Lo que hemos visto es horrible, no había vida. Todo estaba muy calmado. Informaciones creíbles indican que hay personas que han muerto de hambre (…) Lo que hemos visto en Madaya no se puede comparar (…) con otros lugares en Siria”, ha asegurado Malik.

En Madaya, situada a poco más de 40 kilómetros al noroeste de Damasco, están atrapadas unas 42.000 personas, según datos de la ONU, bajo el asedio del Ejército sirio y milicianos del movimiento chií libanés Hizbulá desde hace seis meses. En los últimos días llegaron informaciones de más de una treintena de muertos de inanición por falta de alimentos en esta localidad tomada por grupos rebeldes y muy cercana a la frontera con el Líbano.

Este lunes , 50 camiones con 355 toneladas de ayuda humanitaria entraron en Madaya, que no recibía ningún tipo de suministro desde mediados de octubre. “Cuando entramos el lunes en Madaya, encontramos gente que no tenía suficiente comida ni medicinas desde hacía mucho tiempo. Vimos el alivio en la gente cuando vieron entrar los primeros camiones con ayuda”, ha explicado a este diario por teléfono, desde la zona de Damasco, Pawel Krzysiek, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

"Vinieron rápidamente"

El CICR es una de las organizaciones que organizó el convoy de ayuda a Madaya y a las localidades de Fua y Kefraya, en el norte de Siria, donde la población, mayoritariamente chií, está asediada por grupos rebeldes, principalmente el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria. “Vimos que la gente estaba débil, que sus necesidades eran acuciantes. Muchos vinieron rápidamente a ver si les podíamos dar un trozo de pan o una galleta porque tenían muchísima hambre”, ha relatado Krzysiek. 

“Oímos historias muy dramáticas sobre lo que habían comido en los dos últimos días: hojas o agua cocinada con especias. Fue realmente desgarrador ver esta situación”, ha señalado el portavoz del CICR.  “Hemos identificado varios casos de personas que realmente tienen que ser atendidas lo antes posible, esta es la prioridad”, ha indicado Krzysiek, que no ha querido facilitar una cifra exacta de civiles con riesgo de muerte inminente.

Por su parte, la ONU ha indicado que “unas 400 personas de Madaya” tienen que ser evacuadas urgentemente para recibir tratamiento médico. “Decenas de civiles en peligro de muerte podrían ser evacuados hoy mismo”, ha apuntado el director de Operaciones Humanitarias de la ONU, Stephen O'Brien, que ha informado sobre la situación en Madaya y otras localidades sirias sitiadas al Consejo de Seguridad de la ONU.

Crimen de guerra

El embajador español ante esta organización, Román Oyarzun, ha recordado que “asediar (a una población civil) con el objetivo de

{"zeta-legacy-despiece-vertical":{"title":"\"Nuestros ni\u00f1os mueren de hambre\"","text":"Los testimonios de los civiles de Madaya son desgarradores.\u00a0Desde hace 15 d\u00edas solo comemos sopa. He visto con mis propios ojos a un hombre matando gatos y present\u00e1ndoselos a su familia como carne de conejo. Hay gente que se alimenta de los cubos de basura, otros solo comen\u00a0hierba. Les hemos pedido comida a hombres armados, pero se han negado a d\u00e1rnosla\u201d, ha narrado a la agencia France Presse la joven Hiba Abdel Rahman, de 17 a\u00f1os, en Madaya. \u201cNuestros\u00a0ni\u00f1os\u00a0mueren de\u00a0hambre, nuestros cuerpos tiemblan. Hemos empezado a desmayarnos de hambre, sufrimos anemia y tenemos muchas enfermedades. Los ni\u00f1os lloran toda la noche y no podemos encontrar nada para alimentarlos\u201d, ha contado Gaiza Asad, de 30 a\u00f1os."}}

dejarla hambrienta es un crimen de guerra”. “No se trata solo de Fua, Kefraya y Madaya, sino de cerca de medio millón de personas que viven bajo asedio en Siria, donde las informaciones sobre la situación que nos llegan son bastante similares: no hay comida, no hay agua corriente, no hay electricidad, no hay escuela y la situación sanitaria es muy difícil, la gente está enferma, muere, las madres no pueden amamantar a sus bebés”, ha dicho Krzysiek, que prefiere “no comparar el dolor humano” en las diferentes poblaciones sitiadas.

“Hace un par de días nos llegaron informaciones de Deir Azzor de voluntarios de la Media Luna Roja que nos decían “tenemos hambre”. Viven bajo asedio y tienen hambre, pero a pesar de ello intentan ayudar todo lo que pueden”, ha subrayado el portavoz del CICR. 

“Estamos preparando otra ronda de distribución de asistencia que esperemos que pueda entregarse en los próximos días. Preparar una operación sincronizada para llevar ayuda de forma simultánea a Fua y Kefraya y Madaya lleva tiempo”, ha señalado Krzysiek.“Pero la distribución de comida una vez no resolverá el problema de la gente. Tenemos que poder llegar a ellos con ayuda humanitaria de forma regular”, ha recalcado.

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