GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Nueva crisis de refugiados en Siria

Mujeres sirias cuyas familiares han huido de los bombardeos en Idleb y la zona de Alepo cargan con cubos improvisados de agua, en un campamento de desplazados cerca de Bab al-Hawa, junto a la frontera sirioturca, el 22 de enero.

Mujeres sirias cuyas familiares han huido de los bombardeos en Idleb y la zona de Alepo cargan con cubos improvisados de agua, en un campamento de desplazados cerca de Bab al-Hawa, junto a la frontera sirioturca, el 22 de enero. / periodico

Adrià Rocha Cutiller

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La suya, de un lado a otro, está siendo una vida de refugios. Mohammed nació y vivió, antes de la revolución siria del 2011, en Homs. Con su familia, cuando las cosas se pusieron feas, cuando Bashar el Asad empezó con los bombardeos y la ofensiva para tomar la ciudad, Mohammed huyó. Fue, con su familia, a Idleb, un bastión rebelde que, hasta hace un mes, no había sido objeto de demasiados ataques.

Hasta hace un mes. «Ahora hay unos pocos menos, pero, desde finales del año pasado, los bombardeos en Idleb son constantes. Los hay a todas horas. Yo he tenido suerte», dice Mohammed. Utiliza la palabra 'suerte' porque, en un bombardeo, se hirió gravemente la pierna: eso le ha permitido conseguir un visado temporal para entrar en Turquía y operarse.

Acaba de pasar la frontera en muletas hace unos minutos. Está desorientado y pide ayuda. «Quiero huir de ese infierno. Mi familia sigue allí, en Idleb. Necesito ayudarles a escapar», explica Mohammed, que es solo uno: uno de los casi 250.000 sirios que, en los últimos 30 días, según las Naciones Unidas, han escapado de la provincia de Idleb hacia lugares más seguros, como la provincia de Hama -al sur-.

En Idleb, hasta hace poco, vivían algo más de un millón de personas, muchas de las cuales llegaron a la región tras escapar del sitio en la vecina Alepo. Muchos de ellos, como Mohammed, se ven obligados a buscar refugio otra vez. Pero Turquía ha cerrado sus fronteras: solo en contadas ocasiones deja que los sirios entren.

Sitios refugio

Sitios refugioEl cantón de Afrín, justo al norte de Idleb, también había sido, hasta ahora, una región refugio en Siria. La guerra, allí, había sido algo que pasaba a decenas de kilómetros de distancia. Pero el sábado pasado, Turquía lanzó una operación militar para eliminar de la zona a las YPG, una milicia kurdosiria apoyada por Estados Unidos pero que Ankara considera terrorista.

Desde el inicio de la ofensiva turca, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), varios miles de personas están intentando escapar del lugar. Pero no pueden: en un lado del cantón, las YPG, que piden que todos los kurdos se alcen en armas, no se lo permiten.

En el otro, los soldados de Asad les cierran el paso. Afrín se ha convertido, ahora, en una cárcel en guerra. Una cárcel en la que, cada vez, los combates aéreos y terrestres son más intensos. En estos cinco días, 31 civiles y 100 combatientes de ambos bandos han muerto a causa de la operación.

Los sirios, de vuelta a Siria

Los sirios, de vuelta a SiriaCon su intervención en Afrín, Ankara quiere mandar de vuelta a su país a sirios que se han refugiado en Turquía. «Las operaciones continuarán hasta que la organización terrorista enemiga sea eliminada y los 3,5 millones de sirios que están en Turquía puedan volver», ha dicho este miércoles el portavoz de Erdogan.

Muchos, sobre todo los jóvenes, no tienen ninguna intención de volver a Siria, donde el régimen de Asad, que ha atacado con armas químicas a su gente, parece más que dispuesto a ganar la guerra. Pero hay algunos que, tras años de vivir en un país extraño, quieren volver a su tierra.

«Cuando acabe del todo la guerra -dice Ahmet, un sirio que regenta una tienda de especias en la ciudad de Kilis, cerca de la frontera- volveré a Siria. Hace cinco años que vivo en Turquía y ya he tenido suficiente. Soy mayor y quiero volver. Cuando todo sea seguro, con toda la familia, volveremos a nuestro pueblo, Tel Rafat. Si Dios quiere».