Nueva concentración para pedir la liberación de Marc Marginedas, secuestrado en Siria
Maria Dolors Massana, de Reporteros Sin Fronteras, insta a la comunidad internacional a considerar los ataques a periodistas como crímenes de guerra
Una semana más, los compañeros de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA y del 'Sport', familiares, amigos y otros colegas de profesión de Marc Marginedas, reportero secuestrado en Siria desde el 4 de septiembre, se han concentrado frente a la redacción este miércoles para reclamar su liberación. Al acto ha asistido Maria Dolors Massana, de Reporteros Sin Fronteras, que ha recordado ante los presentes vivencias personales compartidas con Marginedas.
Ha felicitado a los presentes en la concentración por la importancia que tiene para un secuestrado llegar a conocer que su cautiverio no se olvida y que las demandas de libertad se mantienen intactas. Massana, que es expresidenta y vocal de la junta directiva de Reporteros Sin Fronteras, ha informado de la iniciativa que lleva a cabo esta oenegé ante instituciones internacionales para que se consideren los ataques a los periodistas crímenes de guerra, no solo a los corresponsales, también a los periodistas locales que informan de los conflictos.
En el acto también se ha recordado a otros dos periodistas españoles que siguen secuestrados en Siria: Javier Espinosa, corresponsal de guerra de 'El Mundo', y Ricard Garcia Vilanova, fotógrafo 'freelance'. Fueron secuestrados también en Siria el 16 de septiembre, 12 días después de la captura de Marc por parte de un grupo de insurgentes.
Marc Marginedas ha cumplido este miércoles 168 días de secuestro. #MarcTesperem es la etiqueta de Twitter utilizada para reclamar su liberación en las redes sociales. Compañeros de la delegación de Madrid y de 'El Periódico de Aragón' también han realizado concentraciones de apoyo a Marginedas. En la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra también se ha hecho una concentración de apoyo.
Veterano corresponsal de guerra
Marginedas, un veterano corresponsal de guerra, había entrado en Siria el domingo 1 de septiembre a través de Reyhanli (sur de Turquía). Desde que estalló el conflicto civil en el país en el 2011, este era su tercer viaje a la zona. El objetivo de este nuevo desplazamiento era informar sobre los preparativos para afrontar una intervención militar internacional, que en esos momentos se consideraba muy próxima, e investigar el ataque con armas químicas del pasado 21 de agosto en las afueras de Damasco.
El reportero envió su última crónica el lunes 2 de septiembre desde la localidad de Qasr Ibn Wardan, cerca de Hama, en la que relataba la decepción en las filas rebeldes al ver cómo se alejaba la perspectiva de un ataque inminente estadounidense. "Obama habla, pero no hace nada", era el titular de la crónica que recogía este sentimiento y que fue publicada en este periódico al día siguiente.
El miércoles debía mandar un reportaje sobre un pueblo cercano que había sido presuntamente saqueado por el Ejército sirio. Hacia el mediodía se puso en contacto con la redacción pero ya no llegó a enviar su información al ser retenido antes. Ahora, la redacción, la familia y todos sus amigos esperamos su pronta liberación.
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