tensas relaciones entre roma y berlín

Napolitano planta al líder de los socialdemócratas alemanes

Steinbrück calificó a Berlusconi y Grillo de «payasos» y «populistas»

El presidente de Italia, Giorgio Napolitano (izquierda) y el líder del SPD alemán, Peer Steinbrück.

El presidente de Italia, Giorgio Napolitano (izquierda) y el líder del SPD alemán, Peer Steinbrück. / periodico

EL PERIÓDICO
BERLÍN

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El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, nunca ha tenido una afinidad manifiesta hacia el exprimer ministro Silvio Berlusconi ni hacia el cómico Beppe Grillo, ambos acreedores de excelentes resultados estas últimas elecciones. Pero una cosa es eso y otra, diferente, es que alguien los llame "payasos". Sobre todo si ese alguien es el líder de la oposición socialdemócrata alemana y candidato a canciller, Peer Steinbrück.

Napolitano, en un gesto de defensa de la honorabilidad de las instituciones italianas, ha anulado una cena con el político alemán a raíz de unas consideraciones demasiado atrevidas.

El mandatario italiano, que se encuentra de visita oficial en Alemania, donde hoy tiene previsto entrevistarse en Berlín con su colega alemán, Joachim Gauck, y la cancillera, Angela Merkel, no encajó bien las declaraciones de Steinbrück. "Hasta un cierto punto me encuentro indignado por la victoria de dos payasos. Mi impresión es que han ganado dos populistas", manifestó el líder de la oposición socialdemócrata en Alemania.

Voto de confianza

Napolitano se mostró convencido de que la clase política italiana conseguirá finalmente llegar a un acuerdo para la formación de un Gobierno estable en Italia pese a la complejidad de los resultados electorales.

"A veces hay tiempos fríos y para el presidente de un país sureño eso también se podrá resolver", dijo Napolitano, para subrayar que se siente optimista sobre el futuro de Italia y congratularse de que los electores italianos hayan tomado una decisión soberana.

Los resultados electorales

Los resultados de las elecciones italianas han tensado las relaciones entre Roma y Berlín. Alemania no oculta su malestar por el hecho de que los resultados electorales italianos hayan sido interpretados como un voto contra la austeridad de la que es máximo exponente.

Y es que los buenos resultados de Berlusconi y Grillo --contrarios a la austeridad draconiana dictada desde Berlín--, contrastan con los del tecnócrata Mario Monti, cuyo batacazo electoral se extrapola a las directrices alemanas.

Alemania se desmarca totalmente de analizar el resultado electoral italiano en clave de rechazo a las políticas de Merkel, aunque la cancillera no se ha pronunciado públicamente al respecto.