RECUERDOS DE LOS BOMBARDEOS ATÓMICOS DE 1945

Japón reafirma su compromiso antinuclear en el 70º aniversario de Nagasaki

Los supervivientes de los ataques nucleares reclaman al Gobierno de Abe que respete el camino pacifista seguido por el país en los últimos 70 años

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, hace una ofrenda floral en memoria de las víctimas de la bomba atómica lanzada en Nagasaki en 1945.

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, hace una ofrenda floral en memoria de las víctimas de la bomba atómica lanzada en Nagasaki en 1945. / TH/YH/

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El primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha revalidado este domingo el compromiso de Japón contra el uso de armas nucleares tras la polémica reforma militar emprendida por su Gobierno, durante la conmemoración del 70º aniversario del ataque atómico contra Nagasaki, apenas unos días después del aniversario de la bomba atómica de Hiroshima.

Abe ha asegurado que el país seguirá respetando los principios antinucleares que adoptó en 1967, en un acto que ha contado con una asistencia récord y que ha estado marcado por los toques de atención al Ejecutivo por su reinterpretación de la Constitución pacifista.

"Como único país que ha experimentado los horrores de un ataque nuclear, lideraremos los esfuerzos para conseguir un mundo libre de armas atómicas", ha afirmado el primer ministro nipón durante su esperado discurso ante unas 6.700 personas.

Japón "seguirá adhiriéndose a los principios de no producir ni poseer armamento atómico y de no permitir la entrada de estos artefactos en el país", ha apuntado Abe, que ha querido así despejar las dudas sobre la posibilidad de que su Ejército pueda transportar armas nucleares en operaciones de apoyo a aliados tras su reforma militar.

Al acto de recuerdo de la tragedia de Nagasaki han asistido delegaciones de 75 países, entre ellos representantes de ocho potencias nucleares como Estados Unidos e Irán, así como los hibakusha, nombre que reciben en Japón los supervivientes de los bombardeos nucleares estadounidenses de la segunda guerra mundial.

PETICIÓN DE LOS HIBAKUSHA

Durante sus intervenciones, el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, y un representante de los 'hibakusha' han criticado la reinterpretación de la Constitución impulsada por Abe, y le han reclamado que respete el camino pacifista que ha seguido a Japón en las últimas siete décadas.

"Nunca debemos abandonar este principio, sobre el que se ha construido la prosperidad del Japón actual. No podemos olvidar los recuerdos trágicos que nos dejó la guerra", ha señalado Taue en su 'Declaración por la Paz'.

"Esta reinterpretación puede llevarnos de nuevo a la guerra, o a que Japón maneje o transporte armas nucleares. No podemos aceptar que esto suceda", ha afirmado por su parte Sumiteru Taniguchi, un hibakusha de Nagasaki de 86 años que sufrió graves quemaduras por el bombardeo atómico.

Abe y su Gobierno se enfrentan a una oposición creciente de la población contra la iniciativa que está a punto de ser aprobada por la Dieta (Parlamento) y destinada a dar un papel más activo a las tropas niponas, que por primera vez en 68 años podrán operar en el extranjero y defender a aliados en caso de ataque.

El ministro nipón de Defensa, Gen Nakatani, admitió el pasado miércoles que con esta reforma Japón podría "técnicamente" transportar armas nuclear, aunque acto seguido descartó esta posibilidad esgrimiendo los tres citados principios nucleares adoptados por Japón tras su derrota en la segunda guerra mundial.

'FAT MAN' MATÓ A 137.000 PERSONAS

EEUU lanzó el primer ataque nuclear de la historia sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y tres días después lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki, lo que condujo a la capitulación de Japón el 15 de agosto. Más de 74.000 personas perecieron en el acto y otras 63.000 murieron posteriormente por la radiación y las heridas causadas por la explosión, que barrió del mapa la tercera parte de Nagasaki y prácticamente la totalidad de su área industrial.

La bomba 'Fat Man' era más poderosa que la usada en Hiroshima ('Little Boy'), pero su capacidad destructiva fue contenida por la orografía de la ciudad, ubicada en una bahía alargada y rodeada de valles.

Las víctimas han sido recordadas con un minuto de silencio celebrado a las 11.02 hora local (04.02 GMT), la hora exacta en que estalló la bomba, y que dio comienzo con los tradicionales tañidos de la llamada Campana de la Paz.

En marzo pasado, el número total de hibakusha que quedaban en Japón o residiendo en otros países ascendía a 183.519, prácticamente la mitad de los 372.264 que había en 1980, y su edad media superaba por primera vez los 80 años.

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