La rebelión turca

Mujeres de rojo y negro

Las fotos de dos manifestantes rociadas con gas lacrimógeno y agua se erigen en iconos

Un policía antidisturbios lanza gas lacrimógeno a una mujer vestida de rojo, en la plaza Taksim de Estambul.

Un policía antidisturbios lanza gas lacrimógeno a una mujer vestida de rojo, en la plaza Taksim de Estambul. / AA

NANDO SALVÀ

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Vándalos. Saqueadores. Extremistas. Terroristas. Ese es el perfil de los cientos de miles de personas que desde el pasado viernes se manifiestan en toda Turquía, o al menos así los define el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan. Así, por tanto, debe de ser también la joven de rojo de la fotografía a pesar de que su atuendo sea más apropiado para unpicnicque para una revuelta callejera. Dado que el jefe de la policía de Estambul aseguró que sus hombres no usarían el gas lacrimógeno de no ser absolutamente necesario, alguna amenaza debió ver en ella el agente que con tanta saña le rocía el rostro.

La joven se llama Ceyda Sungur y es investigadora universitaria. No concede entrevistas porque, asegura, no quiere erigirse en foco del movimiento.«Cada ciudadano, cada trabajador y cada estudiante que defiende sus derechos humanos ha sido sometido a la misma violencia policial que yo he sufrido», aseguró a la prensa turca en cuanto fue publicada la instantánea, que ha corrido como la pólvora por las redes sociales.

«La foto deja clara la actitud de la mayoría de quienes estamos en la calle: no vamos a dejarnos amedrentar por la violencia del Gobierno, pero tampoco vamos a adoptar los mismos métodos que ellos», asegura la cineasta Burcu Aykar, fija en Gezi desde el inicio de las protestas. Como Sungur y buena parte de las mujeres que participan en ellas, se siente amenazada por un Gobierno que pretende prohibir por completo el aborto, que promueve el uso del velo islámico y aconseja a las mujeres tener al menos tres hijos. La foto de otra mujer, ataviada con un vestido negro y bambas rojas, que extiende los brazos mientras recibe en el pecho un enorme chorro de agua a presión también se ha convertido en un fenómeno viral.

El delito de usar Twitter

Estas imágenes funcionan como recordatorio de la importancia que las redes sociales han adquirido para la ciudadanía turca en los últimos días.«Sin ellas nada de esto habría sido posible, porque la prensa tradicional está silenciada», recuerda Aykar. Hace unos días, Erdogan se refirió a Twitter como«la peor amenaza a la sociedad», y ayer mismo 29 personas fueron detenidas en Esmirna acusadas de usar esa red social para«difundir información falsa»e«incitar al pueblo a la enemistad y el odio».