PROTESTA SOCIAL EN ESTADOS UNIDOS

La lucha por 15 dólares

Miles de trabajadores protestan en EEUU para pedir una subida del salario mínimo

Movilización 8Trabajadores de Mc Donalds exigen un incremento del salario mínimo en Miami Gardens (Florida).

Movilización 8Trabajadores de Mc Donalds exigen un incremento del salario mínimo en Miami Gardens (Florida).

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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En su discurso sobre el Estado de la Unión en el 2014, Barack Obama dio la sorpresa al pedir una subida del salario mínimo federal desde los 7,25 dólares actuales hasta los 9. Luego fue más allá y subió la meta hasta los 10,10 y en su discurso de este año lanzó el dardo contra todos los republicanos, que han frenado la propuesta. «Si realmente creen que se puede vivir y mantener a una familia con menos de 15.000 dólares al año, prueben».

Ayer, en 236 ciudades de Estados Unidos y en más de 100 en 35 países que mostraron su solidaridad, miles de trabajadores de establecimientos de comida rápida pero también del sector servicios y campos como la educación salieron a la calle reclamando más. Quieren 15 dólares. Quieren poder contar con la organización sindical. Y, de momento, lo que han logrado es poner en juego una cifra ya en boca de todos que ayuda a bajar a niveles concretos vagas discusiones sobre la desigualdad.

Prácticamente, nadie duda ya de la fuerza del movimiento agrupado bajo el eslogan Lucha por 15. Los economistas le atribuyen parte del mérito de que grandes cadenas como McDonaldsWal-Mart Target hayan anunciado subidas en sus salarios mínimos. Y la pelea por esos incrementos se empieza a garantizar también un espacio en el debate político de la campaña para las presidenciales del 2016.

La incógnita de Clinton

A nadie le afecta más que a Hillary Clinton, de momento la única aspirante oficial al despacho Oval del Partido Demócrata. En su vídeo de anuncio de candidatura el domingo, centrado exclusivamente en la clase media, Clinton ya denunció que «la baraja sigue ordenada a favor de los de arriba». Los expertos, no obstante, creen que va a tener que mojarse pronto más.

Dean Baker, economista progresista que se ha reunido con asesores de la exsecretaria de Estado, le decía hace un par de días a The New York Times que «la campaña va a tener que anunciar una posición» y constataba que «hay presión para que dé un número», El progresista alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, que llegó a la alcaldía precisamente con un mensaje de lucha contra la desigualdad y que de momento no ha dado su apoyo a Clinton, ayer tuiteaba su apoyo concreto a la Lucha por 15. Y Richard Trumka, presidente del principal sindicato de EEUU, ha recordado a la candidata: «Hay gente que me gusta, pero a la que no votaría si sus políticas son malas».

Para los republicanos, el tema representa un reto. Según los sondeos el 70% de los estadounidenses apoyan la subida de los salarios mínimos, que el año pasado aprobaron 14 estados. Hasta Goldman Sachs -no precisamente símbolo de la radicalidad-, presentó un análisis que no hacía alusión alguna a potenciales pérdidas de empleo.

Tendrán que ir más allá de lo que fue el candidato Marco Rubio, que dijo que le gustaría que los salarios mínimos subieran «no a 10.10 sino a 30 dólares» pero por obra y gracia del crecimiento económico. Como por arte de magia Y la gente no está para trucos.