Merkel, Hollande y Renzi se reúnen en un portaviones para forjar en núcleo duro de la nueva Unión Europea

Una imagen desdfe un helicóptero del portaaeronaves 'Garibaldi' durante una misión frente a las costas del Líbano.

Una imagen desdfe un helicóptero del portaaeronaves 'Garibaldi' durante una misión frente a las costas del Líbano. / MR/ys

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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“Europa no se ha acabado con el 'brexit' y aquí estamos para dar nuestra contibución, que no apunta a sustituir a nadie, sino sólo a asumir nuestras responsabilidades”. Así se expresó el primer ministro italiano, Matteo Renzi, antes de reunirse a bordo del portaviones Garibaldi con la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, en un encuentro concebido para forjar un núcleo duro que lidera una refundación de la Unión Europea que le permite enfrentarse a retos como el 'brexit', la crisis de refugiados y el terrorismo yihadista.

Los tres mandatarios apuntalaron con sus palabras el sentido de la reunión. “Es esencial saber lo que se quiere hacer de la Unión Europea y dentro de ella”, ha dicho Hollande. Después, los tres se sentaron entorno a una mesa para una cena a bordo de la nave italiana de guerra y entraron en lo vivo de los temas que habían sólo anunciado a la prensa.

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"Más allá  del mercado y de la moneda, Europa es una potencia política”, ha dicho la cancillera alemana Angela Merkel. El francés Hollande afirmó que el futuro de Europa transcurre por tres dimensiones: “Mayor seguridad, mayor desarrollo y un futuro para los jóvenes”. Renzi, por su parte, resumió el sentido del encuentro con sus homólogos con dos palabras: “Sueños y concreción”. El mandatario italiano anunció, a modo de medida que simbolice esa nueva vía europea, que las 99 celdas de una de las prisiones fascistas de la isla de Ventotene, que los mandarios visitaron como preludio a la reunión, serán transformadas en habitaciones para estancias semanales de formación de jóvenes europeos.

Para cargar de significado el encuentro, en un momento en que la UE vive una crisis existencial, la cumbre que ayer celebraron los tres líderes -definidos como los “tres grandes” tras la salida del Reino Unido de la UE- ha tenido lugar frente a la isla de Ventotene, al sur de Roma, donde en 1941 tres antifascistas exilados y con años de prisión sobre las espaldas, alumbraron el “Manifiesto para una Europa libre y unida”. En el momento más oscuro de Europa, durante la II Guerra Mundial, el texto se distribuía clandestinamente.

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Tras la reunión del lunes, Merkel viajará a 12 países europeos para explicar lo que varios analistas han definido como “la refundación de Europa” y paralelamente hará lo mismo, visitando los 27 países de la UE, el presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk. Todo para preparar la reunión sobre cómo seguir adelante después del 'brexit', del paro, de la crisis migratoria y del terrorismo, que tendrá lugar en Bratislava el 16 de septiembre, donde volverán a verse los jefes de Estado y de gobierno de la UE después de que en junio se declarasen “determinados a permanecer unidos”.

COMBATIR EL PARO JUVENIL

Entre las líneas maestras de los planes que pretenden poner en práctica figura un pacto como el de Schengen sobre la seguridad europea para facilitar que los cuerpos policiales y servicios secretos de los países miembros compartan información, algo que ahora no se da.

Sobre el desarrollo económico y el paro, Merkel ha dicho que se ha puesto en marcha “una reflexión” sobre la posibilidad de realizar inversiones públicas que no contabilicen como déficit y que el actual pacto de estabilidad “ya comprende muchas probabilidades de flexibilidad”. “El 'brexit' crea una incertidumbre que ebe ser eliminada”, ha dicho Hollande, haciendo hincapié en las inversiones (públicas), por lo que se deberá renovar el llamado 'plan Juncker' que comprende inversiones millonarias europeas para infraestructuras en todos los países. Los mandatarios apostaron por "relanzar el crecimiento y las inversiones de calidad" para generar empleo y reducir el paro juvenil.

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Los tres mandatarios han insistido en la necesidad de ofrecer un futuro mejor a las nuevas generaciones, por lo que propondrán la prolongación del proyecto Erasmus y ampliarlo a quienes frecuentan escuelas de oficios, “para conseguir una mayor movilidad y conocimiento” de Europa de parte de los jóvenes. “Europa no es la causa de nuestros males, sino la solución”, ha zanjado Renzi al hablar sobre los movimientos antieuropeístas.

MAYOR SOLIDARIDAD EN MATERIA DE REFUGIADOS

En materia de inmigración, Merkel sostuvo que los países miembros deben mostrar una "mayor cooperación europea" en la gestión de la crisis de refugiados. Sobre el acuerdo con Turquía, pese a la delicada situación que vive el país, señaló que es esencial ya que sin ese Gobierno la UE no puede vencer a los traficantes de seres humanos.